Dún Aonghasa

Un prehistórico fuerte que se eleva precariamente sobre un acantilado a 100 metros de altura del recio océano Atlántico... Una de las maravillas más antiguas de Irlanda con aproximadamente 3000 años de historia... Cuando te encuentras en Dún Aonghasa (el fuerte de Aonghas, en irlandés), parece como si te tambalearas en el borde del mundo. Y con los intensos vientos marinos soplando a tu alrededor y las olas rompiendo abajo, te sentirás en pleno corazón de la Irlanda celta.

Como cualquier fuerte que se precie, Dún Aonghasa guarda sus secretos. Nadie sabe quién era Aonghas, quizá un noble desterrado procedente del este del río Shannon, o un rey del siglo V procedente de Cashel, en el Condado de Tipperary. Y el propósito de la plataforma rocosa con su espectacular ubicación en el borde del acantilado sigue siendo un misterio. Pero eso solo aumenta el atractivo de este lugar mágico. Mientras recorres las ruinas, te recomendamos que dejes volar tu imaginación...

Dún Aonghasa se encuentra en Inis Mór (Inishmore), la mayor de las tres islas Aran. De hecho, el nombre significa “isla grande” en irlandés. El principal centro de actividad de la isla es el pueblo de Kilrohan, donde llegan varias veces al día los ferris procedentes de Clare y Galway.

Aunque Dún Aonghasa es su atracción más famosa, Inis Mór tiene más de 50 monumentos diferentes de las eras cristiana, precristiana y celta. Dún Dúchatair, también conocido como el Fuerte negro, cuenta con una ubicación de infarto sobre el mar. La erosión causada por el agitado océano ha dejado el fuerte sobre una fina plataforma situada sobre el agua, así que si te asomas a la orilla, hazlo por tu cuenta y riesgo.

Y no te pierdas Teaghlach Einne, la casa de San Enda, una pequeña iglesia medio enterrada en la arena en el cementerio de Killeany. El cementerio tiene al menos 1500 años de antigüedad y sigue siendo el principal camposanto de la isla. Se cree que el mismo San Enda, santo patrón de Inis Mór, está enterrado allí.

Inis Mór está repleta de playas espectaculares. La playa de Kilmurvey se encuentra en una cala resguardada y sus aguas son las más tranquilas de la isla. Pasea por la suave arena blanca o date un chapuzón en el mar. Si te apetece vivir una aventura, visita Poll na bPeist, también llamada The Wormhole (el agujero de gusano), una espectacular piscina natural rectangular ubicada en los acantilados en la que el mar entra y sale continuamente. Por muy aterrador que parezca, es un lugar popular para practicar el salto desde acantilados entre los visitantes que buscan emociones.

La isla tiene opciones de alojamiento que se adaptan a todos los bolsillos y niveles de confort. El Aran Islands Hotel, en el pueblo de Kilronan, es el lugar perfecto para relajarse después de un largo día. Si te apetece algo más íntimo, Inis Mór está repleta de B&B tradicionales. O puedes alojarte en Kilmurvey House, una mansión del siglo XVIII convertida en pensión con mucho encanto vintage y una ubicación idílica junto a la playa.

Recorrer las islas Aran te abrirá el apetito, ¡así que asegúrate de reponer fuerzas! Teach Nan Phaidi, cerca de la playa de Kilmurvey, es una encantadora casa de campo tradicional con techo de paja que sirve una deliciosa comida local. Bollos calientes, suculento estofado de Guinness y pescado recién capturado te darán energía para afrontar el día y harán que desees volver a por más. Y si buscas buena comida y buena música, visita Joe Watty’s Bar. El ambiente es cordial, por lo que puedes llegar a conocer a otros viajeros y lugareños mientras te tomas una copa.