Great Western Greenway

Pedalea hasta la mansión de Westport, en el centro de la ciudad, y cambia la bicicleta por vagones de tren con la Ruta del ferrocarril de Westport. Disfruta de un recorrido guiado por Westport que incluye los bellos terrenos de la mansión y el embarcadero, así como las historias y lugares de interés de esta localidad. A tu regreso, haz una visita guiada por la mansión de Westport para contemplar sus maravillas de mármol y fascinantes exposiciones, así como para descubrir la historia de Grace O'Malley, la reina pirata de Connacht que gobernó en tierra y mar en toda el área y más allá. Si dispones de más tiempo, visita el Westport House Pirate Adventure Park, repleto de divertidas atracciones como el tobogán Cannonball Run y el barco balancín Pirate Queen, ¡diversión asegurada para toda la familia!

Coge el autobús de Westport hasta el muelle de Roonagh y sube a bordo del ferry que te llevará a la tierra natal de Grace O’Malley: la isla de Clare. Recorre la isla a pie y descubre la fortaleza de piedra de la reina pirata, el castillo de Granuaile; contempla obras maestras en la iglesia The Abbey, y explora el faro que protege la entrada de la bahía de Clewel, el único de Irlanda con dos torres. Regresa al puerto y disfruta de tu último vistazo a la isla durante el trayecto de vuelta en ferry al muelle de Roonagh, desde donde regresarás a Westport. Si dispones de más tiempo, disfruta de las sesiones de música en directo que se organizan la mayoría de fines de semana en el Centro comunitario de la isla de Clare o degusta una sabrosa comida en el Sailor’s Bar and Restaurant.

El Great Western Greenway sigue en gran medida la ruta del antiguo ferrocarril de Westport a Achill, por lo que hay pendientes suaves en la mayor parte del camino. El primer tramo, de Westport a Newport, recorre 12 km de paisajes idílicos. Cuando llegues a la histórica ciudad de Newport, admira sin prisas el viaducto del ferrocarril de siete arcos que cruza el río Black Oak. Recupera fuerzas con un salmón ahumado casero y otros productos locales de temporada en la mansión de Newport, una casa de campo de lujo y una joya georgiana. También es un buen lugar para pasar la noche.

Newport cuenta con un impresionante atractivo: la antigua residencia de la princesa Grace de Mónaco a las afueras de la ciudad, en Drumirla. En la actualidad, hay un parque que lleva su nombre tras las ruinas de la humilde casita de campo donde vivió su abuelo paterno, John Kelly.

Los paisajes de Newport a Mulranny están entre los mejores de la Great Western Greenway. Tómate tu tiempo en este tramo de 18 km para disfrutar de un panorama escarpado y salpicado de ovejas. El propio Mulranny es tan maravilloso que no querrás marcharte. De hecho, el pueblo ha sido nombrado “Destino europeo de excelencia”. Goza de una estancia de una o dos noches en el Mulranny Park Hotel para disfrutar de lo mejor de los increíbles paisajes marinos, las montañas y las aventuras al aire libre que podrás encontrar en este pueblo.

Nunca se sabe qué tesoros se pueden encontrar en The Greenway Antiques & Book Store. Situada en el pueblo de Mulranny, esta pintoresca casita con techo de paja alberga una fantástica selección de libros raros y antigüedades ornamentadas que ofrecen una variedad de recuerdos únicos de tu viaje en bicicleta. Después, puedes recorrer la Lookout Hill Loop, una de las tres bellas rutas a pie que atraviesan la bahía de Trawoughter por la única calzada del pueblo. Encontrarás bosques, playas, dunas y una marisma salina cubierta de lavandas de mar, así como unas vistas increíbles de la bahía de Clew con la montaña de Croagh Patrick como telón de fondo.

Ve a comer algo a la galería de arte, escuela de pintura y cafetería Dánlann Yawl en Owenduff, a las afueras de Mulranny. Si estos paisajes de montaña y marinos te inspiran, se organizan talleres de pintura semanales en The Old Stable Studio con excursiones a la isla de Achill de vez en cuando.

Retoma la bicicleta (o sigue a pie, según prefieras) para recorrer el trayecto de unos 14 km de Mulranny a Achill Sound, que te llevará a una de las islas más encantadoras de Irlanda a través de un puente terrestre. Una vez que llegues a Achill, merece la pena que te quedes. La ya mencionada reina pirata Grace O'Malley marcó estas tierras como propias con la Torre en Kildavnet, que controla el paso entre la bahía de Clew y la bahía de Blacksod. Muy cerca encontrarás los restos de una capilla del siglo XII que, según se cree, se construyó en la ubicación original de la iglesia de St Dympna, del siglo VII.

La playa de Keel se encuentra a los pies de Achill Head y es un magnífico paraíso de arena que resulta perfecto para nadar, hacer surf o simplemente dar un paseo relajante. Si miras hacia el sur desde la playa, verás los Bills, tres farallones que, según la leyenda, ¡son las ruinas de Atlantis! Si dispones de más tiempo, ¡adéntrate hasta un lago cercano e ideal para practicar piragüismo o windsurf!

The Achill Experience and Aquarium está repleto de criaturas de las profundidades, información exhaustiva sobre la historia de la isla y la inspiración artística que aquí encontraron famosos pintores y escritores.

Aunque el paisaje costero de Achill es uno de los aspectos más atractivos de la isla, también merece la pena adentrarse hasta los restos del pueblo abandonado de Slievemore. Pasear por este lugar es una experiencia inquietante, con más de 80 casitas de piedra medio derruidas y el viento silbando a través de sus muros destartalados. Algunas de estas construcciones eran residencias de verano (booleys) que fueron abandonadas no hace mucho tiempo. Además, no te pierdas las tumbas megalíticas con más de 5.000 años de historia. Aquí hay secretos ancestrales por descubrir…