Una excursión por la península de Dingle
Siente cómo la brisa marina te agita el pelo, recorre rutas junto a acantilados, descubre los característicos sabores del condado de Kerry y disfruta de las cálidas bienvenidas, la música en directo y el «craic» (diversión) en los pubs locales. Lo tienes todo a tu alcance en la península de Dingle
Desde olas rompientes hasta acogedoras casas de campo, pasando por monasterios medievales y festivales musicales, la península de Dingle, en la costa suroeste, es el lugar perfecto para sumergirte en la vida rural de Irlanda. Los trenes van desde Dublín y el condado de Cork hasta el condado de Kerry, y hay servicios de autobús regulares por toda la isla. También puedes alquilar un coche en cualquiera de los aeropuertos de Irlanda. Lo único que tienes que hacer es adaptarte al modo de vida de Dingle en este viaje de tres días.
Día 1
Situada en una tranquila bahía entre las montañas de la península, la ciudad de Dingle es la base perfecta para tu próxima aventura.
Explora el día 1El corazón de la península
La preciosa y bohemia ciudad de Dingle está llena de encanto, desde su impresionante ubicación en la costa hasta sus antiguas calles empinadas. No es de extrañar que sea un paraíso que inspira a la creatividad.
Recorre las tiendas de ropa y joyerías de estilo boutique en Green Street, visita el taller de Brian De Staic Jewellers o echa un vistazo a los calentitos jerséis de la Dingle Woollen Company. Famosa por su fantástico marisco, la ciudad también cuenta con una animada escena gastronómica, así que descubre lo más sabroso con el recorrido gastronómico de Dingle o aprende a preparar recetas con una clase magistral en la escuela de cocina de Dingle.
Brinda en la destilería de Dingle y descubre cómo se elabora la galardonada ginebra Dingle. ¿Y cuál es la forma perfecta de acabar la velada? Tiene que ser con una cucharada o dos del famoso helado de Murphy's, con sus característicos sabores, incluidos café irlandés, sal marina de Dingle y pan integral irlandés.
Explora la belleza natural de Dingle
Aventúrate en un Dingle Sea Safari para conocer parte de la maravillosa fauna marina, incluidas ballenas, focas y una variedad de aves marinas. Explora más de la belleza natural del condado de Kerry con Dingle Horseriding y galopa por las colinas de Dingle para disfrutar de unas vistas espectaculares de la bahía.
La escuela cuenta con rutas adecuadas para todos los niveles de experiencia y funciona durante todo el año. ¿Prefieres explorar a pie? Pues coge tus botas de senderismo y participa en Walk the Dingle Way, una ruta de ocho días que abarca 197 km y te transformará. Tradicionalmente comienza en Tralee, pasando por la ciudad de Dingle y alrededor de Slea Head, pero te puedes unir a la ruta en cualquier etapa.
Disfruta de la noche
La ciudad realmente cobra vida al anochecer. Los pubs repartidos por toda la ciudad ofrecen música en directo y narraciones de historias todas las noches, así que pasea por las calles y escucha cualquier cosa que te llame la atención. Visita el único Foxy John’s, que es medio bar y medio ferretería, o empápate del ambiente de la acogedora terraza del pub y fábrica de cerveza Dick Mack’s.
Si se hace tarde, alójate en el encantador Dingle Benners Hotel, en Main Street, date un capricho en el opulento Dingle Skellig Hotel o contempla una hermosa puesta de sol sobre el océano Atlántico en el Dingle Bay Hotel. Si prefieres aventurarte fuera de la ciudad en una tranquila finca rural, Castlewood House, Greenmount House y Pax House ofrecen la escapada perfecta.
Día 2
La ruta por carretera de Slea Head te lleva por lugares antiguos y pueblos peculiares hasta el extremo de la península, con unas vistas espectaculares de las islas Blasket.
Explora el día 2Sigue la ruta panorámica
Si sales desde Dingle siguiendo la ruta por carretera de Slea Head, llegarás al centro de visitantes y fuerte de la Edad de Hierro Dún Beag. Los muros de piedra del fuerte se construyeron en el año 500 a. C., en el borde del acantilado, para protegerlo de los ataques, pero a lo largo de los años se han perdido partes de la estructura debido a la erosión costera.
Cerca de Dún Beag encontrarás el Fahan Beehive, que cuenta con una colección única de «clochán», casas de piedra medievales habitadas en su día por monjes. Estas estructuras cónicas pueden verse a lo largo de la ruta por carretera de Slea Head. ¿Te resultan familiares? Hay una buena razón: las cabañas de piedra seca de Skellig Michael fueron el refugio de Luke Skywalker en «Star Wars: Los últimos Jedi».
Muy cerca se encuentra Coumeenoole. Las arenas pálidas y azotadas por el viento de lo que probablemente sea la mejor playa del condado de Kerry tienen como fondo acantilados negros escarpados y ofrecen unas vistas panorámicas de las lejanas islas Blasket. Se trata de la costa oeste en su máximo explendor: vastos cielos que cambian constantemente, olas rompientes, vientos salados y acantilados espectaculares. No es de extrañar que apareciera en la película de David Lean, «La hija de Ryan».
Puedes encontrar más paisajes conmovedores en el puerto de Dunquin. Sube al punto más alto del sendero serpenteante que baja hasta el muelle para poder contemplar un vasto panorama del indómito océano Atlántico. A lo lejos, rodeado por las aguas de un color rocoso, se encuentra el grupo de islas más al oeste de Europa, las Blasket, lo único que te separa de América aparte del océano. Puedes conocer de forma interactiva la historia y la cultura de estas islas ahora deshabitadas, así como la historia de su habitante más famoso, Peig Sayers, en el Blasket Centre.
Sigue viajando por la costa hasta el taller del famoso alfarero irlandés Louis Mulcahy y podrás llevarte a casa hermosas piezas hechas a mano. Si te sientes aventurero, sube a un barco en el puerto de Dunquin y explora la isla Great Blasket. Pasa una noche en una casita de campo restaurada y siente cómo el mundo moderno se desvanece.
17 km
Adéntrate en la Irlanda medieval
Explora la historia medieval de Irlanda en Riasc, un monasterio abandonado con una iglesia, cruces de piedra, casas, talleres y cementerios. Cerca, se encuentra el oratorio de Gallarus, una estructura de arenisca de cinco metros en forma de embarcación que data entre los siglos VII y XII.
El edificio está maravillosamente conservado, casi sin cambios desde el día en que se construyó. Por último, llegarás a la iglesia de Kilmalkedar, una parada en la ruta de peregrinación de The Saints Path. Alrededor de la iglesia del siglo XII hay una serie de intrincados grabados de piedra y uno de los pocos relojes de sol medievales que quedan en la isla de Irlanda.
15 km
Día 3
Situado en las espectaculares montañas de la península de Dingle, el paso de Conor conecta la ciudad de Dingle, en la costa sur, con los pueblos del norte.
Explora el día 3Recorre el paso de Conor y explora la península
En tu último día, sal de tu base en Dingle y dirígete al paso de Conor, una de las rutas más bellas de la isla de Irlanda. Este paso de montaña de un solo carril serpentea desde la ciudad de Dingle hasta la bahía de Brandon, pasando por los pueblos de Cloghane y Brandon.
Una vez que llegues a la cima, podrás disfrutar de unas vistas perfectas de toda la península y su excepcional paisaje de montañas rocosas, amplios valles verdes y lagos oscuros y pequeños. Viaja por la carretera hasta Tralee y visita las hermosas playas de Castlegregory antes de dirigirte a Blennerville, el principal puerto de emigración del condado de Kerry durante la Gran Hambruna del siglo XIX.
Visita el molino de viento y el centro de visitantes de Blennerville. Podrás ver el interior de un molino de viento en funcionamiento y echar un vistazo a las exhibiciones audiovisuales, la galería y la exposición sobre la emigración, que narran la historia de la región. En el camino de vuelta a Dingle, desvíate un poco para visitar la preciosa playa de Inch, un tramo de arena dorada de 5 km con dunas ondulantes de fondo que se adentra en el océano Atlántico. Cerca encontrarás el refugio perfecto para después del paseo en el South Pole Inn de Annascaul que en su día perteneció a un legendario explorador antártico, el irlandés Tom Crean.
Situado a los pies del monte Brandon, en el lado norte de la península, se encuentra Brandon Creek, el lugar donde se dice que San Brendan zarpó hacia América en el año 535 d. C. ¡Posiblemente descubrió América 900 años antes que Colón!