La costa de Irlanda
Desde las olas blancas del estruendoso Atlántico hasta las aguas de color verde turquesa de la costa este, el litoral de Irlanda es una fuente de belleza, inspiración y deleite
Lo primero que te sorprenderá al recorrer la costa de Irlanda es su espectacularidad. Cabos escarpados, olas rompientes y acantilados imponentes se mezclan con playas con montañas como telón de fondo, playas coralinas y dunas ondulantes bordeadas de carrizo.
Belleza silvestre por todas partes. Desde pintorescos pueblos pesqueros junto al mar hasta las animadas ciudades portuarias de Dublín, Belfast y Cork, pasando por islotes imponentes y pequeñas calas bañadas por el mar, la costa de Irlanda es tan variada como inmensa.
Delicias costeras
Pero estamos en Irlanda y nuestra costa produce una sensación especial que es mejor saborear lentamente. Los paseos azotados por el viento en playas desiertas del Atlántico van acompañados de «fish and chips» reconfortantes y salados en una pequeña gastroneta local, o de la promesa de una agradable pinta de Guinness junto a la chimenea en un antiguo pub tradicional.
Una visita a una isla es aún más memorable gracias a la cálida bienvenida de los isleños, mientras que no hay nada como la impresionante belleza de un castillo costero, un antiguo fuerte o un faro azotado por las olas.
Ruta Costera de la Calzada
Piensa en grande. Piensa en olas rompientes, precipicios imponentes y paseos épicos, los acantilados de Irlanda son increíbles y verdaderamente dignos de admirar. Esculpidos por el océano y con espectaculares vistas, incluyen algunos de los paisajes más famosos de la isla: los Acantilados de Moher y los de Slieve League.
Pero en nuestra costa también hay muchos acantilados menos conocidos. Cerca de Dublín se encuentran los senderos por los acantilados de Howth (al norte) y Bray (al sur), que terminan en la bahía de Dublín; y a solo 40 minutos de Belfast están los Gobbins, un paseo silvestre con vistas a los acantilados en el que estarás cara a cara con los elementos.
Acantilados de Slieve League, condado de Donegal
El mar siempre está presente en los paseos por los acantilados de Irlanda, pero también suele haber algo interesante que ver a lo largo del camino. El camino del acantilado de Ardmore, en el condado de Waterford, está repleto de historia con un pozo de los primeros cristianos, un naufragio y puestos de vigilancia napoleónicos. Los acantilados de Kerry ofrecen vistas majestuosas de las islas Skellig, y si bien la Calzada del Gigante es asombrosa desde todos los ángulos, no hay nada como admirarla desde arriba recorriendo la Ruta de los Acantilados de la Calzada.
¿Te gustaría ver los acantilados desde una perspectiva diferente? Prueba el safari marino de Carrick-a-Rede por los acantilados de la Costa de la Calzada, sal en kayak y contempla desde el agua los descomunales Acantilados de Moher, en el condado de Clare, o descubre un toque de historia en el impresionante fuerte prehistórico de Dun Aonghasa, que se encuentra al borde de un acantilado en Inis Mór, una de las islas Aran del condado de Galway.
Puede que el clima te haga pensar lo contrario, pero Irlanda es una isla de amantes de la playa y nos verás disfrutando de nuestras magníficas playas durante todo el año. Desde las playas de color dorado del condado de Dublín hasta pequeñas calas rocosas en la costa de Antrim, en la isla de Irlanda hay una enorme variedad de playas. Incluso si no te apetece bañarte con los lugareños en febrero en las gélidas aguas de Forty Foot, en Dublín, seguro que encontrarás una experiencia playera que te guste.
Si prefieres las playas largas, arenosas y aparentemente infinitas, dirígete al condado de Donegal y pasea por las arenas de Ballymastocker, Rossknowlagh y Magheraroarty, donde el viento y las olas que las azotan durante todo el año dejan una sensación de renacimiento físico y espiritual, como si se visitara una enorme catedral al aire libre.
Se dice que la playa de Morriscastle, en el condado de Wexford, es la más larga de Europa con una longitud de unos 15 km. Con sus dunas de arena como telón de fondo, la playa de Streedagh, en Sligo, tiene solo 3 km de longitud, pero presume de preciosas aguas cristalinas (¡además apareció en «Normal People»!). Por su parte, la playa de Benone, en el condado de Londonderry, ofrece un paisaje espectacular a los pies del increíble templo de Mussenden, situado en lo alto de un acantilado.
Dunmore East, condado de Waterford
Aunque nuestras playas son espectaculares, algunos de los lugares más encantadores de Irlanda son pequeñas calas o pequeños arcos de arena bordeados de rocas escarpadas. Una de esas joyas es la playa de Coumeenoole, en Slea Head, condado de Kerry, que quedó inmortalizada en «La hija de Ryan», la película que David Lean rodó en 1970. La playa de Dunmore East, en el condado de Waterford, es un lugar pintoresco y resguardado que está entre los favoritos de los amantes de los helados y los castillos de arena. Por su parte, la playa de Brompton, en Bangor, condado de Down, es adorada por los bañistas locales.
¿Te sientes activo? Puedes hacer kayak en las cristalinas aguas de Inis Oírr, en el condado de Galway, surfear las olas en Strandhill, en el condado de Mayo, o en Portrush, en el condado de Antrim, descubrir la impresionante costa del condado de Wexford a caballo o darte un baño de algas en Enniscrone, en el condado de Sligo.
Acantilados de Mizen Head, condado de Cork
La costa de Irlanda está repleta de momentos cálidos y preciosas localidades costeras en las que pasar unos días, como Dingle, Westport y Ballycastle. Pero ¿hay algún paisaje realmente épico que no debas perderte? La buena noticia es que abundan en el litoral de Irlanda.
Vivirás aventuras por todas partes y podrás comprobar si tienes vértigo en lugares impresionantes como el puente de cuerda de Carrick-a-Rede, en el condado de Antrim, y Mizen Head, en el condado de Cork. ¿Quieres ir un paso más allá? ¿Por qué no pruebas a escalar islotes en el condado de Donegal, en algunos de los lugares más remotos y salvajes de la isla?
Castillo de Dunluce, condado de Antrim
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En el condado de Kerry, podrás dar un paseo en barco y adentrarte 11 km en el océano Atlántico para ver los restos del enclave monástico del siglo VI de Skellig Michael, que además es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Un trozo de historia más reciente te espera en las islas Blasket, frente a la costa de Slea Head, donde podrás pasear entre casitas que llevan deshabitadas desde que la isla quedara desierta en 1954. O bien puedes realizar una excursión al faro de Fastnet, frente a la costa del condado de Cork, el faro sobre una roca más indómito de Irlanda.
Por último, si deseas vivir la mejor experiencia en castillos costeros, dirígete a Irlanda del Norte y no te pierdas el castillo de Dunluce, que parece sacado de un cuento de hadas. Data de los siglos XVI y XVII y presume de una ubicación increíble en el borde de la costa norte de Antrim. ¡Es un castillo de ensueño!
Lahinch, condado de Clare
Cómo disfrutar de las costas de Irlanda
Aprende a cabalgar las olas del Atlántico en la maravillosa playa de Benone con la ayuda experta de los instructores de Long Line.
Da un paseo por el lado salvaje con Marie, la «Jardinera del Mar», mientras buscáis algas comestibles por costas rocosas.