Golf en Belfast y más allá

A solo 11 km del aeropuerto internacional de Belfast, el Hilton Templepatrick Golf Club es el lugar perfecto para comenzar un viaje inolvidable. Este campo de 72 hoyos está situado en 220 acres de parque bien cuidado que rodea el castillo de Upton, que ha estado orgullosamente en la zona durante más de 400 años. Antes, un fuerte estuvo aquí durante siglos. No te cansarás de estos 18 hoyos, pero si te apetece un descanso, reserva en el el spa del Doubletree by Hilton Templepatrick para usar las instalaciones de hidroterapia o disfrutar de sus mimosos tratamientos, como masajes y tratamientos faciales. El golf seguido de relajación es el epítome del autocuidado.

El viaje al castillo de Galgorm te llevará al punto más al norte de tu viaje, y merece la pena. Ubicado en la hermosa zona rural del condado de Antrim, entre los ríos Braid y Main, este campo de 18 hoyos es clase pura. Es el club más popular de Irlanda del Norte para albergar eventos de golf profesionales europeos y también es sede del Abierto de Irlanda del Norte, que atrae a grandes multitudes durante el torneo anual que dura una semana. Para aquellos interesados en mejorar su juego, el club tiene una sala de clases equipada con el último V1 Digital Coaching System.

No puedes visitar esta parte del mundo sin sumergirte en el paisaje natural. El Lago Neagh es parte de este paisaje natural que no puedes perderte, no solo por su tamaño, (es el lago más grande de las Islas Británicas) sino por su variada flora, fauna e historia. Coge un barco hasta Coney Island, donde se asentaron los primeros pobladores en el Neolítico y donde se dice que el propio San Patricio buscó la soledad entre los densos bosques. Mientras exploras, tómate un minuto para asimilarlo todo. Al fin y al cabo, ésta es la misma belleza que inspiró al laureado poeta irlandés Seamus Heaney en gran parte de sus escritos.

Si tienes más tiempo, pasa por el Seamus Heaney HomePlace en el pequeño pueblo de Bellaghy, en el condado de Londonderry, y permite que sus palabras calmen tu alma.

La pista está en el nombre. Si quieres sentirte como de la realeza, éste es tu club, y es justo, ya que el Royal Belfast Golf Club es el abuelo de los campos de golf. Diseñado por Harry Colt en 1881, es uno de los campos más antiguos de Irlanda. Este campo, mitad links y mitad parkland, cumple todos los requisitos. Si nunca has ido, dirígete al hoyo 4, uno de los favoritos de los asiduos. Con solo 142 yardas, es corto pero agradable, con abundantes bunkers y arbustos de tojo protegiendo el green.

Si tienes más tiempo, visita el Ulster Folk Museum. Es la definición de peculiar, con todo tipo de cosas, desde regios coches de caballos hasta un DeLorean.

27 hoyos y el río Lagan, que corre con suavidad, hacen del Malone Golf Club una experiencia muy agradable. Y sin embargo, es quizás uno de los campos menos conocidos de Irlanda del Norte. Los campos de 9 hoyos de 72 pares y 18 hoyos de 70/71 pares están situados dentro de 330 acres de parque prístino, escondido a simple vista, a solo cinco millas fuera de la ciudad. Elogiado por el legendario escritor de golf Jim Finegan como una «belleza espaciosa con una abundancia de encinas, sicomoros y pinos, [y] terreno ondulado», Malone es realmente un deleite para jugar.

Mucho antes de Jack y Rose, existía Harland and Wolff, una empresa muy conocida en Belfast por haber construido y zarpado el Barco de los sueños. Hoy, más de un siglo después de la construcción y el trágico final del Titanic, el Titanic sigue vivo en el mismo lugar donde se construyó. El Titanic Belfast fue elegido mejor atracción turística del mundo y está repleto de galerías interactivas, plantas llenas de historias e innumerables relatos, exposiciones y artefactos que arraigan el infame transatlántico en la ciudad donde se creó.

Una cosa es segura, el tiempo dedicado a aprender sobre este magnífico barco generará un apetito enorme. Afortunadamente, Belfast es el lugar perfecto para tener hambre. Visita el St George’s Market, donde puedes llenarte con mariscos frescos del océano si estás aquí durante el día. O, pasa por Stix & Stones para disfrutar de una suculenta comida en uno de los mejores restaurantes de carne y mariscos de Belfast.

Mientras estés en la ciudad, coge un Black Taxi Tour y déjate llevar por la ciudad y los suburbios por un conductor experimentado que conoce todos los rincones escritos en el corazón de los lugareños. Si quieres conocer el verdadero Belfast, desde los murales políticos hasta las verdaderas historias de su colorida cultura, este es un recorrido que no puedes perderte.

Comienza el día 3 con un viaje a Ardglass. Construido originalmente en el siglo XIX como un campo de 7 hoyos, en la actualidad consta de 18 hoyos de pura felicidad verde con algunas de las vistas más espectaculares del mundo. A medida que avanzas por este campo de 70 pares, aprovecha la oportunidad para mirar hacia el mar de Irlanda y hacia el sur, a las impresionantes montañas de Mourne, antes de cerrar en el hoyo 18 con un terreno más alto que ofrece vistas espectaculares sobre Ardglass. Antes de irte, pasa un rato en la casa club más antigua del golf.

Rodeado por el resplandor dorado del tojo y el brezo púrpura, con vistas a Slieve Donard y situado al borde del océano, Royal County Down es sin duda uno de los campos de golf más espectaculares del mundo. Este campo links de 71 pares está situado en la Murlough Nature Reserve y se te perdonará que te tomes tu tiempo para visitarlo, ya que hay mucho de lo que disfrutar. Con vientos marinos que cambian constantemente y una longitud de casi 7200 yardas, Royal County Down no hace que una ronda aquí sea fácil, pero sin duda hace que el viaje merezca la pena.

El faro de St John's Point tiene un aire de otra época. La estrecha y expuesta carretera costera que conduce a la puerta, el silencio interrumpido por las olas y la vista de la gigantesca torre con franjas de abejorros que se cierne frente a ti... Parece como si el tiempo se hubiera detenido aquí durante siglos.

Otras atracciones de la zona son de otro mundo... y en la de Juego de TronosⓇ de HBO, que atrae cada año a innumerables fans a Irlanda del Norte. Los que están en la búsqueda de Westeros de la vida real no pueden estar más cerca que el castillo de Ward, o Winterfell como se le conoce en el programa. Si eres un fan, date el gusto de visitar el hogar ancestral de la Casa Stark.

Si tienes más tiempo, haz un viaje al lago Strangford. Esta es una Zona de belleza natural excepcional y una Zona de especial interés científico, repleta de innumerable flora, fauna y magníficas vistas. En sus orillas orientales se encuentra Mount Stewart, la impresionante casa y jardines del siglo XIX que le dan un nuevo significado a la palabra «grandeza».