Un viaje de 72 horas en coche eléctrico por el Ancestral Este de Irlanda

Si vas a viajar por carretera en Irlanda con un coche eléctrico, lo primero que debes hacer es conseguir uno.

Si vienes a través del aeropuerto de Dublín podrás alquilar un coche con Budget, Avis, Newway y UFODRIVE. Reserva con suficiente antelación para asegurarte de conseguir tu vehículo eléctrico, especialmente si visitas la isla en los meses de verano. ¿Vienes en ferry al puerto de Dublín? Consulta el sitio web de la empresa de ferry para obtener información sobre cómo alquilar un vehículo eléctrico.

Una sola carga eléctrica cubre entre 100 km y 500 km, dependiendo del vehículo, por lo que no deberías tener problemas de autonomía mientras vas de una ciudad a otra, ya que cada lugar tiene varios puntos de carga disponibles.

Conducirás por carreteras largas y autopistas, así que ten en cuenta lo que queda de batería. Si tienes previsto cargar el coche, hay algunas aplicaciones prácticas que puedes descargar para localizar puntos de carga e incluso reservar un lugar para no esperar. Prueba ESB ecars, ChargePoint o Go Charge.

Una vez solucionado el tema del transporte, es hora de ponerse en marcha. ¡Sube a tu coche eléctrico, ponte el cinturón de seguridad y coge la M50 en dirección a tu primer destino!

Descansa del viaje en la preciosa ciudad costera de Bray. Puedes estirar las piernas caminando por el paseo marítimo mientras tomas un café o un helado, o si te apetece algo un poco más difícil, prueba el Bray Head Walk.

La ruta tiene poco menos de 10 km, así que tendrás que dedicarle una gran parte del día, pero merece la pena por las vistas panorámicas de la costa del condado de Dublín que verás a lo largo del camino.

Otro lugar destacado es la mansión y los jardines de Killruddery. Esta propiedad de 324 hectáreas cuenta con un bosque exuberante, una granja con una gran biodiversidad y unos inmaculados jardines formales. También organizan recorridos por la casa de 400 años de antigüedad, pero asegúrate de comprobar con antelación, ya que puede estar cerrada si hay un evento programado.

Ya que estás aquí, aprovecha para comer algo. Si te gusta la cocina fresca de origen local, no hay nada mejor que el Grain Store Restaurant. Su variado y atractivo menú ofrece platos rústicos como el sándwich de cerdo de Killruddery o sabores veraniegos como sus agnolotti vegetarianos con parmesano. Todas las verduras utilizadas en los platos proceden de los amplios jardines de Killruddery, ¡así que tu paladar se deleitará con la visita tanto como tú!

Continúa tu viaje por la M11 hasta el condado de Wicklow. Aquí tienes varias opciones para entretenerte toda la tarde.

Puedes visitar la histórica cárcel de Wicklow, una famosa e inhóspita prisión que ahora se ha convertido en una fascinante atracción turística. La historia de la cárcel y sus habitantes está vinculada a acontecimientos clave de la historia de Irlanda, como la hambruna de la patata del siglo XIX y varias rebeliones contra el Gobierno británico. Puedes realizar el recorrido estándar de un día, pero el recorrido Gates of Hell es muy recomendable. Esta experiencia inmersiva de realidad virtual te transporta a través de tres historias únicas en la historia de la cárcel. Pruébala si te atreves.

Quizá prefieras la refrescante brisa marina. Si es así, dirígete a la bahía de Brittas. Recorrer a pie su tramo de 5 km de arena fina, enmarcado por las frías aguas azules de Wicklow, es la forma perfecta de relajarse a media tarde.

A continuación, conduce hacia el interior hasta el famoso enclave monástico de Glendalough. Podrás hacer una parada en el Wicklow Heather Restaurant and House, en el pintoresco pueblo de Laragh. Este acogedor y confortable establecimiento cuenta con un menú con tanto estilo como su ubicación. El restaurante ofrece una oferta sencilla y suculenta, con pescado fresco, filetes o asados nutritivos. Si quieres pasar la noche, encontrarás lujosas pensiones con habitaciones espaciosas y camas extragrandes.

Si lo prefieres, visita el refugio de montaña Wicklow Escape, oculto en el Glen de Imaal, en las montañas de Wicklow. Se trata de una escapada solitaria perfecta: cada una de sus siete habitaciones ajardinadas tiene entrada privada y muebles lujosos hechos a mano. Después de una noche de descanso, podrás disfrutar de un maravilloso desayuno continental elaborado con productos de origen local.

Sube al coche y conduce una hora hasta Gorey, en el condado de Wexford. Esta animada ciudad de mercado es el centro perfecto para disfrutar de algunas de las mejores vistas de Wexford. Cuando llegues, da un paseo, ve de compras y haz una parada para tomar té o café. El Book Café es un lugar fantástico para reponer fuerzas.

Si quieres dar un buen paseo, conduce hasta Courtown Woods y sigue una de las rutas a pie. Las rutas son suaves y relajantes, y recorren la exuberante campiña de Wexford. Si quieres otra visita costera, algunas rutas también rodean la playa de Courtown.

Conduce hasta la mansión y jardines de Wells y admira las 182 hectáreas de jardines y bosques. Hay rutas a pie como la Fairy’s Walk y la Mogue’s Enchanted Walk, así como un patio donde se venden productos artesanales y una granja de animales donde puedes conocer a algunos de los habitantes más encantadores, ¡como conejos, gallinas y suricatas! También podrás visitar la casa del siglo XVII, pero solo los sábados y domingos. Pide el almuerzo en Brambles Restaurant antes de volver a partir. ¡Sus sándwiches de jamón o salmón ahumados te darán energía para el viaje!

En la carretera entre Wexford y Kilkenny, encontrarás uno de los grandes jardines de Irlanda, los jardines de Altamont, en el condado de Carlow. No te pierdas la oportunidad de parar aquí para dar un paseo por el Glen de la Edad de Hielo y el jardín pantanoso, o simplemente para disfrutar del aroma de las rosas de verano. Será la forma perfecta de terminar tu viaje. 

Tu próxima parada es la preciosa ciudad medieval de Kilkenny. Se trata de un lugar repleto de lugares históricos, así que reserva tiempo y explora.

El primero, y más obvio, es el imponente monumento de la ciudad: el castillo de Kilkenny. Es una maravilla histórica que se remonta al siglo XII y su historia de 800 años es fascinante, así que reserva una visita guiada si dispones de tiempo.

Tendrás muchas opciones en el resto de la ciudad. La Smithwick’s Experience es un agradable recorrido por la fábrica de cerveza que repasa la historia de la apreciada cerveza roja de Irlanda y explica cómo se ha creado y qué la hace tan especial.

Si la cerveza no es lo tuyo, visita el Museo de la Milla Medieval y descubre algunos tesoros arqueológicos fascinantes. O prueba un recorrido a pie por la ciudad y conoce mejor la historia de Kilkenny con un experto guía a tu lado.

Después de tanto viaje y exploración, se te habrá abierto el apetito, así que tu mejor opción es una suculenta comida italiana. El Ristorante Rinuccini es un maravilloso restaurante de alta cocina en el corazón de la ciudad. El entrante de calamar es especialmente bueno y, como plato principal, prueba uno de los platos de pasta recién hechos. ¡Te quedarás satisfecho!

El Kilkenny Hibernian Hotel abrió sus puertas como banco de estilo georgiano y se ha transformado en un hotel boutique. Logra equilibrar su elegante aspecto del siglo XVIII con todas las comodidades de la vida moderna. Está muy cerca, así que puedes tomar unos cócteles en el bar Brasserie y luego dirigirte a tu lujoso dormitorio para estirar las extremidades y disfrutar de un merecido descanso.

Coge la M9 y dirígete al condado de Carlow para otro día de diversión. Delta Sensory Gardens, cerca de la ciudad de Carlow, cuenta con una docena de jardines temáticos únicos y es el lugar perfecto para disfrutar de una mañana consciente.

Los diferentes colores, aromas y texturas de los jardines ofrecen un refugio frente al ajetreo del viaje. Si dispones de tiempo, ¡prueba el delicioso pastel casero del Café Thyme antes de marcharte!

A continuación, dirígete a Duckett’s Grove, una casa de campo georgiana impresionante pero, lamentablemente, en ruinas. Las almenas, torreones y la torre de vigía octogonal la convierten en una de las estructuras más llamativas de la isla de Irlanda y, si eres un fotógrafo entusiasta, no te podrás resistir a su silueta gótica. Durante tu visita, no te pierdas los jardines amurallados, que han sido cuidadosamente restaurados y tienen muchas variedades históricas de rosas y peonías.

Cuando pongas rumbo al norte hasta Kildare, párate en Burtown House, cerca de Athy, una casa del siglo XVIII con casi cinco hectáreas de jardines y paseos por praderas. Encontrarás una variedad de jardines para explorar, incluyendo un jardín de rocas, un paseo con tejos y un antiguo huerto. Esta casa es la única de estilo cuáquero de la isla y se ofrecen visitas guiadas. No te vayas sin probar el almuerzo de Green Barn. Su variedad de comida fresca, deliciosa y de origen local es la manera perfecta de recuperar fuerzas después de pasar tiempo en la carretera.

Si te gusta ir de compras, tu última parada será una verdadera delicia. Kildare Village es la mejor experiencia de compras tipo outlet de lujo de Irlanda y cuenta con muchas marcas de primera categoría, tanto irlandesas como de todo el mundo.

Tras abrir el apetito con las compras, podrás disfrutar de una cena en Hartes, en la localidad de Kildare. Este galardonado gastropub ofrece platos irlandeses de vanguardia centrados en ingredientes locales y sostenibles. Entra primero en el bar para disfrutar de una pinta de Guinness perfectamente servida o degustar una de sus exclusivas cervezas artesanas.

Remata el día y el viaje con el lujo de Firecastle, una panadería y tienda de alimentación artesanal que también ofrece alojamiento boutique. Desde tu espaciosa y relajante habitación podrás disfrutar de vistas a la catedral de San Brígida. Es el lugar perfecto para relajarse después del viaje.

Si a la mañana siguiente tienes tiempo, pide un sándwich «bap» para desayunar en la cafetería de Firecastle y regresa al aeropuerto de Dublín. Regresarás a casa tras tres días descubriendo las hermosas vistas costeras y el rico patrimonio del Ancestral Este de Irlanda, y todo ello en un coche eléctrico sostenible. Cuando llegues a casa, ¡prepárate para planificar el próximo viaje por carretera!