Estancias con cocina propia
En ocasiones, no hay nada mejor que la auténtica libertad personalizada de unas vacaciones con cocina propia
Un alojamiento con cocina propia puede proporcionar más variedad, libertad y posibilidades de personalización que cualquier otro tipo de estancia. Así que, sea cual sea el motivo por el que decidas hacer un viaje sin servicio de comidas, ¡no cabe duda de que encontrarás algo tan céntrico, aislado, sencillo o espléndido como desees!
Pongamos por ejemplo The Cottages en Bettystown (condado de Meath), estas casas de campo de 300 años de antigüedad estuvieron habitadas en su momento por pescadores y ahora son simplemente preciosos alojamientos con cocina propia situados cerca de la playa; la casita con tejado de paja situada frente al mar y con vistas a la isla Omey en plena naturaleza de Connemara; o las pintorescas Mamore Cottages en la península de Inishowen para estancias maravillosamente tradicionales. ¿Te enamorarás de la tranquilidad que se respira en el alojamiento junto al lago que ofrece el Lough Erne Resort de 5 estrellas? ¿O quizá te guste la idea de admirar las vistas espectaculares de Belfast Lough desde la casa del farero de Blackhead? Ninguna de estas opciones se parece a las demás, pero en todas ellas te sentirás como en casa.
Una estancia independiente
Para los grandes grupos, la mejor opción es el alojamiento sin servicio de comidas. Pero eso no significa que tengas que conformarte con una estancia en un lugar antiguo y de poca calidad, más bien todo lo contrario: Ballyportry es una torre gaélica del siglo XV con capacidad para ocho huéspedes; mientras que la lujosa Blackrock Beach House puede albergar a 14 personas y se encuentra justo en el paseo marítimo de la pintoresca localidad de Portrush.
En el extremo opuesto están las escapadas para dos. Con sus torreones de piedra y ventanas góticas en arco, Batty Langley Lodge es ideal para un viaje sumamente romántico, ya sea en San Valentín, Sant Jordi, Sant Donís o en cualquier otra fecha especial. Al igual que la acogedora y misteriosa torre Barbican, en el condado de Antrim, con su rastrillo alzándose sobre un puente del río Glenarm. En los alojamientos y villas a orillas del lago en Finn Lough, en el condado de Fermanagh, podrás tomártelo todo con mucha calma mientras disfrutas de su spa y del entorno natural virgen.
Mamore Cottage, condado de Donegal
¡Tu propia cocina!
Si el alojamiento con cocina propia es lo tuyo, seguro que querrás llenar la despensa con alimentos deliciosos, así que aprovecha al máximo las especialidades locales y prepara recetas dignas de Arguiñano. Haz un recorrido delicioso por un ahumadero, llena la nevera con algunos manjares y no te olvides de consultar los horarios de los mercados agrícolas locales. Si estás cerca de Belfast, visita el galardonado St George’s Market (de viernes a domingo), y si estás en Cork tienes que pasear por el Mercado Inglés y disfrutar de sus delicias.
Si vas a comer fuera, no dejes pasar la oportunidad de degustar los sabores locales. Se trata de delicias como la manzana Bramley de Armagh; crubeens (patas de cerdo), drisheen (una especie de morcilla) y tripas de Cork; el Ulster Fry de Irlanda del Norte (reconocible porque incluye pan de soda); y el desayuno irlandés completo de la República de Irlanda.
Por último, ten en cuenta que es más probable que admitan mascotas en los alojamientos con cocina propia que en los hoteles, ¡así que tu amigo peludo podrá disfrutar de la aventura contigo!
Barbican Gatelodge, condado de Antrim
Lugares con cocina propia para iniciar tu aventura
Joyas con cocina propia en Irlanda
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