Es difícil subestimar el legado de Drácula, una novela que engendró todo un género de películas, televisión y literatura influenciado por los vampiros. Cada mes de octubre, legiones de aficionados al terror acuden a Dublín para conmemorar al Conde y su creador en el Festival de Bram Stoker. Se trata de un fin de semana de emociones escalofriantes y terroríficas por toda la ciudad, con eventos para toda la familia, espectáculos de gran escala y mucho más.
Pero, ¿quién era el hombre que hay detrás de esta influyente historia de terror?
Biblioteca Marsh, ciudad de Dublín
Abraham Stoker (1847 – 1912) o “Bram”, como le llamaban, nació en el suburbio costero de Clontarf en Dublín. Bram estuvo postrado en cama hasta los siete años y durante esa época su madre Charlotte avivó su imaginación con relatos macabros y folclore irlandés de su condado nativo de Sligo.
Cuando se recuperó de su enfermedad, asistió al Trinity College de Dublín. Pasó mucho tiempo devorando libros en la Biblioteca Marsh, la biblioteca pública más antigua de Irlanda que alberga la máscara mortuoria del autor de “Los viajes de Gulliver”, Jonathan Swift.
El elegante mosaico de antiguos edificios históricos y adoquines del Trinity no ha cambiado mucho desde que Stoker estudiara aquí. A pesar de su difícil infancia, se convirtió en campeón universitario de atletismo y futbolista de la selección. También fue auditor de la Sociedad Histórica Universitaria y presidente de la Sociedad Filosófica. ¡Es el único estudiante del Trinity que ha ocupado ambos cargos hasta la fecha!
Castillo de Dublín, ciudad de Dublín
Una vez graduado, Stoker trabajó como empleado en el castillo de Dublín, así como de crítico teatral para el Dublin Evening Mail, del que era copropietario Joseph Sheridan Le Fanu, autor de la novela gótica Carmilla. El camino de Stoker también se cruzó con el del actor Henry Irving.
Se dice que ambos hombres inspiraron elementos de Drácula y también se especula que un viaje que Stoker hizo a la iglesia de San Michan, que alberga los restos momificados de algunas de las familias antiguas más influyentes de Dublín, influyó en el joven escritor. Además, su trabajo como funcionario le ayudó a construir la estructura de Drácula, en la que se sirvió de entradas de un diario, comunicaciones escritas y telegramas para aportar un inquietante realismo a su relato.
En 1878, Stoker se casó con la antigua novia de Oscar Wilde, Florence Balcombe, en la iglesia de Santa Ana de Dawson Street, donde hoy en día puede verse un busto suyo. El matrimonio se mudó de su casa en Kildare Street a Londres para que Stoker, a petición de Irving, pudiera gestionar el Teatro Lyceum.
Stoker pasó unos siete años trabajando en Drácula, que finalmente se publicó en 1897. Las influencias de Drácula han sido objeto de un acalorado debate en los círculos literarios, pero según muchos críticos literarios, así como en opinión de la genealogista Fiona Fitzsimons, el folclore irlandés y los macabros cuentos de su madre podrían ser una posible fuente. Como Fiona señala en el Irish Times, “el legado de Stoker le dio acceso a un mundo de imaginación gótica”. Una imaginación que seguimos conmemorando en la actualidad.