Seis imágenes impresionantes de Irlanda en primavera

¿Sabías que hay una costa de cobre en Irlanda? Pues así es. Esta espectacular franja de costa en Waterford está situada entre las localidades de Tramore (al este) y Dungarvan (al oeste), y debe su nombre a la pujante industria del cobre que se desarrolló aquí en el siglo XIX. La primavera trae floraciones y puestas de sol que parecen pintadas en acuarela.

El viaducto de Tassagh, en Armagh, parece sacado de “Harry Potter”, pero ha llovido mucho desde que un tren de vapor cruzara estos fantásticos arcos. De hecho, la línea de ferrocarril (entre Armagh y Castleblaney, en el condado de Monaghan) que pasaba por el puente se cerró en 1923. Pero este monolito industrial no necesita nubes de vapor para impresionar; le basta con la primavera, como puedes ver en este precioso amanecer.

Cuando oyes la palabra primavera piensas en flores. Cuando oye montañas de Sperrin piensas en caminar. A pesar de su pequeño tamaño, las Sperrin abarcan dos condados (Londonderry y Tyrone) y son impresionantes.

También es una región con muchos círculos de piedra. Según WALK NI: “En las Sperrin se han encontrado más de 90 conjuntos de círculos de piedra, siendo los más famosos los de Beaghmore, en el sureste de la cordillera. A pesar de tener una estatura relativamente pequeña, los círculos de piedra de Beaghmore están dispuestos de tal manera que se alinean de forma precisa con los movimientos del sol, la luna y las estrellas”.

Creemos que el barítono, compositor y locutor dublinés Leo Maguire pensó en imágenes como esta cuando escribió la letra inmortal “Dublin can be heaven, with coffee at eleven, and a stroll in Stephen's Green” (Dublín puede ser el paraíso con un café a las once y un paseo por Stephen's Green). “The Green”, como lo denomina la gente del lugar, es un precioso parque situado en un extremo de Grafton Street que cuenta con estanques, puentes, estatuas y jardines inmaculados. Ven en primavera para ver la floración en tecnicolor.

La primavera es el contrapunto perfecto a los inviernos fríos y los veranos calurosos. Con ella llegan los días frescos, las tardes más largas y, con suerte, las puestas de sol con tonos ámbar como esta en el parque nacional de Killarney, en el condado de Kerry. Si necesitas otro recordatorio para tener la cámara lista durante una primavera en Irlanda, esperamos que esto te sirva.

Cuando una redactora de Frugal Traveler (la columna sobre viajes del New York Times) exploró la península de Beara (un componente clave de la Ruta Costera del Atlántico), se sintió como si hubiera “llegado al fin del mundo”. Y no era la primera persona que tenía esa sensación. Elemental, pero con grupos de pueblos diminutos y calas ocultas, la península de Beara, en Cork, se caracteriza por su aislamiento en la punta suroeste de Irlanda, donde el maravilloso silencio es una virtud. Para comprobrarlo, mira lo feliz que es esta pareja de paseantes.