Guía de The Liberties en Dublín

The Liberties es una mezcla auténtica de Dublín: de lo antiguo y lo nuevo, de comercio y cultura, de ladrillos antiguos y árboles frondosos. Generaciones de residentes de la ciudad infunden su carácter ingenioso a la atmósfera callejera, mientras que las nuevas generaciones son bienvenidas para vivir, trabajar y divertirse en este barrio en constante evolución.

Repleto de historia, conserva tradiciones muy arraigadas, pero también se encuentra en la cúspide del futuro de Dublín, al albergar el Digital Hub, donde los revolucionarios del mañana son las empresas emergentes de hoy, y la extensa fábrica de cerveza Guinness, fundada por Arthur Guinness en 1759. Es incluso el emplazamiento de planes ambiciosos para un nuevo barrio cultural.

The Liberties está cerca de College Green y aparece en la mayoría de los itinerarios turísticos de Dublín. Después de todo, como principal atracción turística de Irlanda, la Guinness Storehouse, en St James’s Gate, garantiza una gran afluencia de visitantes. Pero hay más. También está la cárcel de Kilmainham, un lugar clave en la historia de Irlanda, y Phoenix Park, uno de los parques públicos cerrados más grandes de Europa.

Sin embargo, los visitantes más avispados saben moverse y buscan el centro neurálgico de este singular barrio.

Originalmente, The Liberties era una de las varias zonas ubicadas en las afueras de las murallas medievales de Dublín y estaba exenta de pagar impuestos. El nombre se remonta al siglo XII, cuando la abadía de Santo Tomás el Mártir recibió extensas tierras aquí, junto con privilegios y poderes para controlar el comercio dentro de su «liberty» (libertad). Hoy en día, el nombre hace referencia a la zona de Thomas Street, Meath Street y Cornmarket, donde esos monjes agustinos reinaron en su día.

La adyacente Sligh Mór, una antigua avenida por la que discurren actualmente Thomas Street y James Street, se convirtió en un centro de comercio, industria y artesanía. Fue un lugar que prosperó mucho después de la disolución de los monasterios en el siglo XVI, cuando la libertad pasó a la familia Brabazon, cuyos miembros se convertirían en condes de Meath.

A lo largo de los siglos, The Liberties fue el centro neurálgico de la producción, el comercio y el consumo de comida y bebida, repleto de fábricas de cerveza y destilerías, mesones y comerciantes de productos agrícolas.

Los hugonotes franceses trajeron la artesanía textil, desde el tejido y el curtido hasta la sastrería, mientras que los comerciantes del norte de Europa introdujeron la arquitectura de estilo Dutch Billy.

Toda esa rica historia ha dejado multitud de experiencias históricas para los visitantes. Dirígete a St Audoen’s Park para descubrir los restos de las murallas, las puertas y los callejones adoquinados de la ciudad medieval antes de visitar la iglesia de San Audoen, construida en 1300. En Thomas Street encontrarás la iglesia de John’s Lane, con su característico chapitel. Junto a la catedral de la Santísima Trinidad, el museo vikingo de Dublinia te transportará rápidamente a los lugares, sonidos y aromas de los vikingos y la Dublín medieval.

O piérdete en la Biblioteca Marsh. Construida en 1707, se oculta en una calle lateral detrás de la catedral de San Patricio. Aquí, gigantes de la literatura irlandesa como Jonathan Swift, Bram Stoker y James Joyce respiraron su aire sagrado. La biblioteca ha cambiado poco desde el siglo XVIII, excepto por la incorporación en 1770 de jaulas de lectura para proteger los preciosos libros.

Olga Taranova, becaria de investigación en la Biblioteca Marsh y vecina del barrio, afirma que la zona de The Liberties está repleta de aromas tan característicos que su hija creó un diario en vídeo sobre ellos para un proyecto escolar: la cebada tostada de Guinness, las panaderías de Meath Street, las hojas otoñales de St Patrick's Park (donde se organiza un mercado de libros todos los domingos) y, por supuesto, «el olor ahumado de los libros antiguos en la biblioteca Marsh».

Liz Doyle, de la tradicional Catherine’s Bakery & Cafe, en Meath Street, dice que incluir su local entre sus recomendaciones es una decisión difícil. «Somos los únicos que aún elaboramos donut de crema de manzana», comenta, pero también está su popular pastel Tipsy, «elaborado todos los sábados con bizcocho sobrante empapado en kirsch».

En la misma calle, al chef y propietario Benjamin Pugliese, de Bakeology Treats, le ocurre lo mismo. Se enorgullece con razón de su selección de alfajores argentinos (sándwiches de galletas con dulce de leche) y empanadas (no te pierdas su creación de beicon, ciruela pasa y queso), pero también están sus medialunas, también conocidas como cruasanes argentinos. (¿En qué se diferencian de los cruasanes franceses? «¡Son más esponjosos, llevan menos mantequilla y son más sabrosos!»).

The Liberties está repleto de excelentes opciones gastronómicas. Los que visiten la fascinante destilería de Teeling, en Newmarket Square, tienen mucho donde elegir, como Two Pups Coffee, The Fumbally y Mrs Reid's, que ofrecen su idiosincrática comida durante el día, y Hen's Teeth, que sirve su cocina creativa por la noche.

Los que acudan a un concierto en la popular sala de Vicar Street tienen muy cerca el Varietey Jones, con estrella Michelin y el gastropub Spitafields. Bell Pesto o Proof, dos restaurantes italianos igualmente auténticos, aunque totalmente diferentes, proporcionan energía para una visita a la Guinness Storehouse o a las cercanas destilerías de whiskey, como la destilería Roe & Co y la destilería Pearse Lyons.

Después de comer, podrás disfrutar de una variedad de bares. Encontrarás pubs tradicionales de la vieja escuela irlandesa junto a bares indie con DJ, cócteles y una clientela moderna.

Marcus O’Laoire es DJ, chef y propietario de dos bares independientes en el barrio. «Me encanta que The Liberties tenga tanto carácter y personalidad», comenta, «además de tantos personajes, como Candles, que cada vez que pasa por la puerta dice “encenderé una vela por ti”».

Marcus recomienda una ruta por los bares, empezando por margaritas y tacos en su Anti Social, para luego dirigirse a Jackie’s, el bar de su hermana, donde sentir la nostalgia de los años 90. Después, dirígete a Lucky's para degustar una pizza de Coke Lane antes de visitar Thomas Street.

Tómate una cerveza artesana en Dudleys (que recibe el nombre de otro querido personaje de The Liberties, Thomas Dudley, apodado Bang Bang y famoso por sus divertidas excentricidades callejeras) y acaba en Love Tempo para bailar y tomar una copa.

Los amantes del arte y la artesanía están en su salsa en The Liberties. Los extensos terrenos del Royal Hospital Kilmainham albergan el Museo Irlandés de Arte Moderno (IMMA). Para disfrutar de exposiciones contemporáneas, visita la cafetería, tienda y galería Hen’s Teeth o descubre las estrellas del mañana en el espectáculo anual de graduados que se celebra en mayo en el National College of Art and Design.

El barrio de arte y antigüedades de Dublín ubicado en Francis Street ofrece productos de primera categoría y cada tienda especializada tiene un carácter único. Entre las bellas obras de arte y antigüedades encontrarás personajes locales como Mahmut Balkir, que vende elaboradas alfombras orientales, y Kiki Forrester, de Space Out Sister, que vende lujosa ropa vintage de estilo «loungewear».

Los amantes del vintage y los cazadores de gangas encontrarán muchas sorpresas en el barrio, desde tesoros vintage y tiendas benéficas hasta el mercado Liberty de Meath Street y el mercado mensual del Digital Hub, gestionado por We LOVE Markets.

«Mi abuela vivió en el centro de la ciudad y solía hacer la compra en la zona de Meath Street y Thomas Street, así que me encanta poder continuar con ese vínculo con The Liberties», comenta Emma Brereton, de We LOVE Markets.

El encanto de un barrio como The Liberties consiste en conocer a su unida comunidad, ya que una estancia aquí te animará el día con pequeñas interacciones espontáneas. The Hyatt Centric Hotel, en Dean Street, está bien situado en el centro de la acción, mientras que Staycity, en Chancery Lane, ofrece estudios en un apartotel situado junto al castillo de Dublín.

Además, hay habitaciones con vistas que se adaptan a todos los bolsillos, desde Garden Lane Backpackers, con su ambiente familiar y terraza en la azotea, hasta Aloft Dublin City, un hotel de 4 estrellas con un elegante bar en la azotea y un robot de confianza, Lofty, que ofrece servicio de habitaciones y cuenta chistes muy malos de robots (Un robot se queja a otro de segregación en Internet: «¡No hay derecho, en este blog tampoco nos dejan poner comentarios a los robots!»).

A diferencia de Lofty, que mantiene sus secretos cerca de su pequeño pecho de hojalata, The Liberties es un barrio que comparte con gusto sus secretos con quienes deseen descubrirlos. Lo único que tienes que hacer es quedarte el tiempo suficiente para averiguarlos.