Carlingford, condado de Louth
Carlingford es un pueblo con encanto y contrastes. Acogedores caminos medievales y calles adoquinadas flanqueadas por boutiques elegantes, patios antiguos, centros de aventuras y «escape rooms». Hay restaurantes irlandeses modernos y pubs tradicionales con tiendas de comestibles, bonitas salas de té y gastronetas, todo ello enmarcado por detalles arquitectónicos con siglos de historia y con la presencia protectora de la montaña de Slieve Foye.
Con casi 600 metros de altitud, Slieve Foye es la más alta de las montañas de Cooley y está repleta de antiguos senderos como el Táin Way, de 40 km de longitud, que ofrece vistas de Carlingford Lough y de las montañas de Mourne, en Irlanda del Norte.
En un principio, Carlingford estaba delimitado por el lago glacial en el que navegaron los vikingos del siglo IX y los normandos del siglo XII, y posteriormente por su línea ferroviaria, que lo convirtió en un popular balneario victoriano. El pueblo se ha reinventado varias veces desde entonces: como destino familiar de aventuras al aire libre, como centro de excelente gastronomía local y como escaparate de capítulos clave y lugares históricos de la historia irlandesa.
También está perfectamente posicionado como puerta de acceso a las vías verdes, montañas, playas y aguas de la península de Cooley, repleta de mitos, así como cerca del valle de Boyne y la Ruta Costera de la Calzada, por lo que es ideal para realizar excursiones de un día.
Sheila Boyle, Centro Patrimonial de Carlingford
Priorato Dominico, Carlingford
Sheila Boyle, del Centro Patrimonial de Carlingford, organiza un animado recorrido por el pueblo repleto de historias tan gigantescas como el mismísimo Fionn Mac Cumhaill. Según la leyenda, el gigante descansa a orillas de Carlingford Lough tras quedar exhausto al derrotar a Ruscaire, el gigante de la nieve y el hielo, y sigue durmiendo allí, siendo Slieve Foye su cabeza.
Sheila conoce todo sobre la zona y el recorrido está repleto de datos interesantes de la historia de Carlingford, desde el fuerte circular gaélico que precedió al castillo normando hasta su desarrollo como municipio en la Edad Media, con sello del pueblo, ciudadanos y un soberano dominante.
Puede mostrarte caras talladas en muros medievales que de otro modo te perderías, y puede contarte cotilleos sobre los peces gordos medievales, cuyos nombres siguen adornando los caminos y las casas fortificadas del pueblo. Una de ellas es el castillo de Taaffe, que data del siglo XVI, con sus historias espeluznantes de decapitaciones misteriosas, pero también resultan fascinantes la puerta Tholsel (donde se cobraban impuestos), con su diminuta y ahora desaparecida cárcel, y el Priorato Dominico del siglo XIII, con sus palomares y agujeros de los asesinatos.
En un día lluvioso, puedes resguardarte en el Centro Patrimonial para descubrir la historia local y admirar la vidriera de Catherine Lamb.
Priorato Dominico, Carlingford
Cuando hayas acabado con la historia de Carlingford, es hora de conocer otros aspectos. Tras una pequeña puerta amarilla frente a la Market Square del siglo XIV se encuentra la luminosa tienda y estudio de Mia Mullen Jewellery. «Me gusta creer que es una joya oculta», comenta. Mia, una maestra orfebre, creció en el cercano Ravensdale, pero estableció su tienda en Carlingford por muchas razones, entre ellas, la luz «elemental» de su cielo según la temporada.
Mia Mullen, joyería Mia Mullen
También le encanta la «sensación de comunidad y el flujo continuo de visitantes de todo el mundo». Su joyería se centra en diseños únicos y utiliza materiales de la más alta calidad y piedras preciosas pare crear piezas que suelen ser exclusivas.
Otros artesanos del pueblo trabajan con todo tipo de materiales. En Village Vintage Carlingford, John Bird, antiguo profesor de artesanía de Loving Spoonful, utiliza cubertería de plata vintage para crear anillos y otros objetos bonitos. En Garrett Mallon Design House, puedes ver a Garrett trabajando en su taller de joyería antes de echar un vistazo a su elegante exposición de diseñadores irlandeses eclécticos.
Ostras de PJ O'Hare (The Anchor Bar)
Hay muchos proveedores y productores gastronómicos con talento en el pueblo y en sus alrededores. Un paseo breve por la calle peatonal Tholsel Street hasta Newry Street ofrece varias opciones diferentes, como PJ O'Hare's Anchor Bar, un bar de ostras con tienda de comestibles y bancos para ver pasar la gente, o el abarrotado Taffee's Castle, que sirve cerveza y vino desde 1745.
Elige entre la cocina moderna y segura de sí misma de The Bay Tree, la saludable y saciante comida callejera de Wildwood o los preciosos pasteles, la bollería y el té de la tarde de Ruby Ellen's Tea Rooms, que ofrece vistas aún más bonitas de Carlingford Lough desde su jardín resguardado.
En Market Street, el McKevitt’s Village Hotel aporta estilo a la comida tipo pub, mientras que el puerto deportivo, el bar cafetería Rabelo ofrece una tabla de antipasti y una copa de vino con vistas elevadas al mar. Los cerveceros también están de suerte, ya que pueden dirigirse a las afueras del pueblo para degustar las cervezas recién elaboradas del bar de Carlingford Brewing Company.
Haz primero un recorrido por la fábrica de cerveza (donde también descubrirás la leyenda de Donn Cúailnge, Cú Chulainn y el robo del toro de Cooley, que ocupa un papel central en las famosas historias de Táin) antes de saborear una pizza al horno de leña en su frondosa terraza.
Brian Magill, Carlingford Oyster Company
Ostras de Carlingford Lough
Los fans de las ostras también pueden ir directamente a la fuente con la ruta del marisco de Sea Louth. En Carlingford Oyster Company, en Greenore Road, el ostricultor de segunda generación Kian Louët Faisser te venderá una docena de ostras para llevar con un cuchillo de ostras y algunos consejos de apertura. «Abrir una ostra resulta sencillo, pero la técnica no es muy conocida», comenta Kian, que espera desmitificar esta joya del marisco en su nuevo centro de visitantes.
Alquila una bicicleta eléctrica en Escape HQ (que también organiza un «Escape Room» en el antiguo cine), prepara un pícnic con productos del supermercado local, desvíate para comprar unas ostras y recorre la nueva vía verde Great Eastern.
Este recorrido de 8 km discurre por la antigua ruta ferroviaria hasta el pueblo de Omeath, pasando por el bonito muelle de Greers Quay, conecta con el Victoria Lough de Newry a través del camino de sirga del canal y continúa hasta Portadown a través de caminos de sirga y tranquilos caminos rurales. También puedes alquilar una bicicleta en On Yer Bike, situada en el punto de acceso del puerto deportivo a esta vía verde en la que los senderistas también son bienvenidos.
Curso de aventura aérea de Skypark
También hay muchas formas de probar deportes acuáticos emocionantes, como piragüismo, montar en catamarán e incluso submarinismo. O simplemente puedes realizar el bonito trayecto de 25 minutos en el nuevo ferry que conecta el cercano Greenore con Greencastle, en el condado de Down (de camino saluda al delfín Finn).
Si todo eso suena demasiado relajante, siente la adrenalina con Carlingford Adventure’s Skypark, donde puedes lanzarte en tirolina a través de árboles, escalar rocas, balancearte en telas aéreas o probar el tiro con arco o el lanzamiento de hachas.
Carlingford Lough, Carlingford
Con tanta acción, necesitarás un lugar perfecto para pasar la noche, y Carlingford ofrece muchas opciones diferentes. Alójate en Coinnle Corra, un camping en medio de la naturaleza en Slieve Foye al que se puede acceder a pie o en bicicleta y se puede reservar en Anam Tours, que también organiza excursiones al atardecer muy especiales para admirar la luna llena y revelar los secretos de Slieve Foye, con sesiones de música en directo en el camping como broche de oro.
Más allá del pueblo, el John Longs Bar, con techo de paja y ubicado en Grange, es un lugar ideal para ir en grupo, con música en directo y comida estilo pub, un jardín donde se sirve cerveza y rutas a pie que conducen directamente a su puerta. Un poco más lejos, Ballymascanlon House Hotel cuenta con amplios terrenos que albergan un campo de golf moderno y una sepultura prehistórica de Proleek.
Paul Caroll, Ghan House
Ghan House, Carlingford
Si prefieres alojarte en pleno corazón del pueblo, no hay nada más céntrico ni especial que Ghan House, un hotel de estilo georgiano y 300 años de antigüedad donde el propietario Paul Carroll hace que la estancia sea perfecta con pequeños y maravillosos detalles.
Joyce, la madre de Carroll, abrió aquí una de las primeras escuelas de cocina de Irlanda y fundó Ghan House como el retiro gourmet que sigue siendo a día de hoy. Además, sigue preparando la magnífica variedad de mermeladas caseras que acompañan el desayuno estelar.
Los elegantes dormitorios cuentan con bañeras independientes y duchas de hidromasaje, vistas al jardín y camas celestiales, y en toda la propiedad se respira una maravillosa mezcla de lo antiguo y lo nuevo.
Paul conoce la zona como la palma de su mano e incluso te prestará botas de agua para disfrutar de las mejores vistas de Carlingford: desde las pozas de rocas y la costa repleta de algas durante la marea baja, cuando puedes mirar atrás y admirar este encantador pueblo situado a los pies de la cima protectora de Slieve Foye.