Guía de Athlone

Sus curvas calles medievales, el hipnótico reflujo del ancho río Shannon y la promesa de pasar un buen rato hacen que sea un lugar fácil de disfrutar, pero también hay una gran variedad de cosas que hacer más allá de la propia Athlone. En esta verde y exuberante parte de la isla, podrás adentrarte en el mundo de los monjes del siglo VI en Clonmacnoise, recorrer en bicicleta la vía verde Old Rail Trail por una línea de ferrocarril en desuso y pasear junto a las plácidas aguas de Lough Ree.

Traducido del irlandés Ath Luain, Athlone significa el Vado de Luain, llamado así por su ubicación en un vado. Aunque una historia cuenta que el vado era un lugar de culto lunar pagano, la versión más común es que Luan, hijo de Lewy, poseía una posada en el vado y guiaba a los barcos a través del rápido torrente.

Esa misma posada, que data del año 900 d.C., es Sean's Bar, el pub más antiguo de Irlanda según el Guinness World Records, y es un lugar estupendo para comenzar la visita a la ciudad.

Pase una tarde tranquila, en la que el crepitar del fuego y el sonido de una pinta son los únicos sonidos, y tendrá la sensación de que el pasado se filtra a través de las paredes... Y, de hecho, así es: justo al lado de la chimenea se puede ver una sección de las paredes originales de «mimbre y zarzo» del siglo IX.

Los techos bajos, el ambiente cálido y un fantástico snug ofrecen el máximo confort, pero la auténtica bienvenida viene de la gente. Además de música en directo todas las noches, el pub también tiene su propio whisky, un guiño a la conexión centenaria de esta bebida con la zona, cuando los monjes de Clonmacnoise la destilaban.

Puedes disfrutar de más música en directo en el cercano The Snug Bar o dirigirte a Gertie Browne's, un local casi tan antiguo como Sean's. Este lugar de más de 1000 años de antigüedad tiene el alma inimitable de un pub irlandés. Podrías pasarte una tarde entera examinando los numerosos objetos que cuelgan de las paredes con paneles de madera. En los días más cálidos, en el cercano Peddler Mac's, la música en directo se extiende hasta la calle. Es un lugar divertido para tomar una pinta al aire libre en una larga noche de verano.

Justo al otro lado del río, la imponente piedra gris del castillo de Athlone se cierne sobre el Shannon, albergando una exposición que detalla la historia de la ciudad y culmina con una impresionante experiencia cinematográfica de 360 grados del famoso asedio de 1691.

A la vista del castillo está la Iglesia de San Pedro y San Pablo, famosa por sus vidrieras realizadas en el Harry Clarke Studio, mientras que al otro lado de la calle se puede disfrutar de más arte en la impresionante Luan Gallery, una galería de arte moderno con vistas al Shannon.

La antigua biblioteca del siglo XIX fue transformada por el arquitecto Keith Williams en lo que ahora es un espectacular espacio contemporáneo para las artes visuales, con la adición de un ala moderna y elegante que facilita numerosos espacios para galerías. Solo la vista desde la galería lineal acristalada sobre el Shannon ya merece la visita.

Para ver más arte, dirígete a la Athlone Art Gallery, una pequeña galería situada en Village at Burgess, que presenta una lista rotativa de artistas irlandeses. O prueba con la Carmel Rooney Gallery, que posee una combinación de pinturas y grabados de la propia Rooney, muchos de los cuales muestran pubs y puntos de referencia locales. La propia artista está allí la mayoría de los días e imparte clases de arte en el espacio por las tardes.

Sea como sea tu paladar o el tamaño de tu billetera, en Athlone hay un lugar estupendo para comer. El Left Bank Bistro combina comida de inspiración mediterránea y asiática en un ambiente elegante y sencillo. Es divertido sentarse junto a la cocina y ver cómo salen los platos impresionantemente emplatados. A la salida, compre una botella del famoso aliño de la casa del restaurante.

En el Fatted Calf, uno de los restaurantes favoritos de Athlone, se aprovechan al máximo los ingredientes locales y de temporada. Sus propietarios, Feargal y Fiona O'Donnell, trasladaron el galardonado restaurante desde el cercano pueblo de Glasson en 2015, transformándolo de uno de los primeros gastropubs de Irlanda a un destino gastronómico en pleno centro de Athlone, donde también se ha desarrollado su clientela.

«Es una comunidad mixta muy animada», afirma Feargal. «El río Shannon atraviesa la ciudad y tenemos una mezcla ecléctica de franceses, alemanes, suizos e italianos que vienen en barco. Ahora, con la vía verde, vienen muchos ciclistas».

Al final de la calle, Thyme, un restaurante de cocina irlandesa moderna, ha sido galardonado con un premio Michelin Bib Gourmand. Enfrente está The Cellar Bistro, antes conocido como Hatter's Lane. El propietario, Peter Scully, ha reformado el restaurante y ha sustituido el antiguo tema de Hollywood por un ambiente más sencillo y elegante, con paneles de caoba y techos de hojalata de antaño. «Pienso que, a veces, menos es más», explica sobre la decoración.

Dead Centre Brewing Company y Bacchus están a tiro de piedra, lo que demuestra lo compacta y transitable que es Athlone. «Aquí no tienes que entrar en tu coche», comenta Scully. «La calle principal se está remodelando con un nuevo paisaje urbano y se está manteniendo todo lo más cerca posible».

Para una comida más informal y diurna, Corner House Bistro es un buen lugar para desayunar y comer, donde también puedes comprar condimentos gourmet de fabricación local, golosinas y recuerdos artesanales. En Fine, una cafetería/vinoteca, encontrarás alimentos saludables como cuencos de cereales, ensaladas, sopas y bocadillos.

Athlone es sin duda la mejor ciudad de los Corazones Secretos de Irlanda para ir de compras, con tiendas internacionales, cadenas irlandesas y minoristas independientes. La librería Eason ha sido un punto de referencia en la ciudad durante décadas, y también está The Athlone Bookshop. John's Bookshop es un tesoro escondido de libros raros y antiguos, y si no encuentras lo que buscas entre los 9000 que hay en las estanterías, su propietario, John Donohue, tiene 20 000 más almacenados.

Pásate por Lowe and Co. Farm Shop & Smallholding, en el Left Bank de Athlone para degustar comida ética, orgánica y de huertos comunitarios, algunos de los cuales son cultivados por los propietarios. La tienda ofrece periódicamente clases de elaboración natural de vino y jabón y, en los últimos años, sus fundadores se han embarcado en la misión de plantar manzanos por toda la ciudad.

«Cuando creamos Athlone Apples, nuestro lema era "en el corazón de Irlanda", porque la ciudad está justo en el centro», dice Lynda McFarland. «A cualquiera que venga de visita le encanta que esta parte de la ciudad sea exclusivamente tiendas independientes: no hay Starbucks ni Burger King. La gente se sorprende de lo bonito que es Athlone».

«Ya hay bastantes manzanos plantados y los iremos aumentando en los próximos años», añade.

Athlone tiene fantásticas tiendas de antigüedades, como Left Bank Antiques, que se centra en piezas de época georgiana a eduardiana, y Treasures, donde querrás reservar una o dos horas para absorber la enorme selección de cachivaches, además de una planta entera en la que se vende arte antiguo y contemporáneo.

Parte del placer de visitar Athlone consiste en explorar algunos de los paisajes terrestres y acuáticos que la rodean. Aunque en otros tiempos la presencia de un barco vikingo en el Shannon podía causar pánico, hoy en día se puede acceder a Clonmacnoise en un barco vikingo más amistoso y de colores brillantes desde justo enfrente del castillo de Athlone.

El Viking Adventure Cruise es una forma divertida de llegar hasta el emplazamiento monástico del siglo VI, con el capitán Mick obsequiando a los pasajeros con historias de saqueos vikingos y batallas dramáticas.

También se puede acceder a las aguas del lago Ree desde el Viking Adventure Cruise. El lago es un lugar tranquilo y ha sido designado zona protegida gracias a sus numerosas especies silvestres, como cormoranes y garzas, zorros y nutrias.

Diríjete a la Lough Ree Park Walking Trail, un sendero familiar en buen estado que recorre tanto la ribera como los bosques. O pruebe la ruta Portlick Millennium Forest Walk, de 5 km, en la península de Whinning. Si recorres la orilla del lago, te toparás con el castillo medieval de Portlick y, si llegas a tiempo, con un manto de campanillas a principios de verano.

Las vías fluviales de Athlone y Lough Ree han ofrecido durante mucho tiempo un sinfín de actividades como remo, pesca y vela, y la ciudad es ahora también un importante centro para ciclistas gracias a la antigua Old Rail Trail. La vía verde, que actualmente se extiende 42 km de Mullingar a Athlone, serpentea bajo muchos de los antiguos puentes ferroviarios de Irlanda, a lo largo de un terreno en su mayor parte llano y tranquilo que en su día fue la ruta del Midlands Great Western Railway.

La ruta es una forma pausada de disfrutar de la belleza natural de las turberas irlandesas, que han conservado numerosos artefactos antiguos e incluso restos humanos perfectamente intactos que se remontan al año 2000 a.C., actualmente expuestos en el Museo Nacional de Irlanda.

Abundan las estaciones restauradas y los puentes de piedra; los tres puentes arqueados de Streamstown son especialmente pintorescos. En 2023 se inauguró un nuevo puente peatonal cuya construcción ha tenido una importancia monumental para la ciudad, ya que conecta la vía verde con el oeste de Irlanda.

Una parada que merece la pena en la Old Rail Trail es el Dún na Sí Amenity and Heritage Park, en Moate, un agradable paseo en el que se pueden contemplar muchos elementos de la antigua vida irlandesa, como casas de campo, una escuela de setos y un fuerte en forma de anillo. Mientras el parque histórico permanece cerrado durante los meses de invierno, el centro de atención se desplaza al parque de ocio, donde una pradera se transforma en lago durante la época más húmeda del año y vuelve a desaparecer a finales de la primavera.

Por toda Irlanda hay museos y parques dedicados a la vida irlandesa, pero pocos, o ninguno, pueden presumir de los detalles de otro museo de la zona de Athlone: Derryglad Folk & Heritage Museum. Soldador de profesión, Charlie Finneran, propietario del museo, empezó a restaurar y coleccionar piezas del patrimonio irlandés hace 40 años y acumuló una colección tan vasta que él y su esposa Bridie abrieron su propio museo en 1998. «Estuve en todos los mercadillos de coches, subastas, granjas, tiendas y pubs», dice Finneran, y añade: «La gente dona trocitos, ahora que estamos bien establecidos».

El museo, que comenzó con 1400 piezas, exhibe ahora con orgullo más de 8500 objetos, algunos expuestos tal y como eran hace tantos años, en fachadas de tiendas recreadas, un aula escolar, una tienda de comestibles y mucho más.

El centro de la ciudad tiene algunas opciones sólidas de cadenas internacionales, como Radisson Blu y Sheraton, así como el Prince of Wales Hotel y el Hodson Bay Hotel con vistas al lago Ree.

A poca distancia en coche, en Glasson Village, están Wineport Lodge y Glasson Lakehouse, ambos con espectaculares vistas al lago, y este último con una espléndida piscina al aire libre con vistas al agua.