El golf y el hoyo 19

Los cuatro visitantes son golfistas, pero no unos golfistas cualquiera. Payne Stewart, campeón del US Open, toca entusiasmado una canción con su armónica, mientras el también ganador de un major Lee Janzen, el número uno del mundo David Duval y la estrella australiana Stuart Appleby siguen el ritmo con la cabeza, ríen y cantan.

El pub está abarrotado, por eso Stewart salta detrás de la barra para hacer un turno de 30 minutos como camarero invitado. Su caddy le recuerda que no está cobrando a nadie. “¡Invito yo!”, responde Stewart a voz en grito.

Nunca se trata solo de golf

Tras haber visitado Waterville con sus compañeros Tiger Woods y Mark O’Meara, Stewart no se pudo resistir a regresar con algunos amigos. Los llevó a Waterville y Ballybunion para jugar unos partidos de preparación de cara al Open de la semana siguiente.

Antes de marcharse del diminuto pueblo del condado de Kerry en la Ruta Costera del Atlántico, Stewart dice a sus habitantes que desea ser el alcalde, a lo que le responden que no tienen alcalde. Pero ser el capitán del club de golf es algo mucho más importante. Así que hicieron algo todavía mejor y lo nombraron capitán esa temporada. Por desgracia, Payne Stewart perdió la vida en un accidente de avión unos meses después, aunque su memoria sigue viva en Waterville. Los numerosos amigos que hizo en esos breves viajes han erigido una estatua de bronce en su honor.

Como volver a casa

Irlanda es así. Los encuentros fortuitos dan lugar a amistades para toda la vida. Una copa tranquila en el pub se convierte en una fiesta y un viaje puntual para practicar golf se convierte en una peregrinación anual. Un ejemplo es Keegan Bradley, campeón del PGA de EE. UU. y sobrino de Pat Bradley, una estrella del Salón de la Fama que tiene lazos estrechos con el condado de Cork.

Emigró con su familia cuando aún era niño. Y regresó años después, tras hacerse amigo de Rory McIlroy, Pádraig Harrington y Graeme McDowell. “Mis dos tíos y mi padre jugaron en el torneo llamado Three Brothers de Youghal, en el condado de Cork”, comentó Bradley sobre sus vínculos irlandeses.

Aprovechó su estancia para ver lo máximo posible de la isla. Tanto es así que se dirigió a la costa norte de Antrim para visitar los principales lugares de interés de la Ruta Costera de la Calzada, ¡incluyendo la Calzada del Gigante y la destilería de whiskey de Bushmills!

Una vez la visites, es muy probable que vuelvas

Además de las superestrellas del golf, aficionados expertos del mundo del cine también reservan fechas para practicar su swing en Irlanda de vez en cuando. Bing Crosby, Bob Hope y Charlie Chaplin eran asiduos en las décadas de 1950 y 1960, y el flujo de estrellas no se ha detenido desde entonces.

El actor Bill Murray, adorado por los aficionados al golf gracias a su papel del jardinero loco Carl Spackler en el clásico de culto “El club de los chalados”, es un gran admirador de Irlanda y su golf. “Mi lugar favorito para jugar al golf es Irlanda”, confiesa el ganador de un Emmy y un Globo de Oro.

No puedes saltarte el hoyo 19 para poner punto final a un día de golf en la isla de Irlanda. Y el mejor lugar para hacerlo es un fantástico pub en el que podrás relajarte tras 18 hoyos mágicos en uno de nuestros campos de primer nivel. ¡No importa si has jugado bien o mal! Es un lugar donde se hacen planes y nacen mitos, ¡así que coge una silla y deleita a los lugareños con historias de tu partido perfecto!

Juegues donde juegues al golf en Irlanda, seguirás los pasos de algún famoso. Puede que ni siquiera tengas raíces irlandesas, pero te darán la bienvenida como si fueras uno más de la familia. En la isla de Irlanda siempre seguimos hasta el hoyo 19.