Publs irlandeses: Dick Mack’s

Dick Mack’s es algo más que un pub, es una institución. Ubicado en Dingle, en el condado de Kerry, a lo largo de la Ruta Costera del Atlántico, abrió sus puertas como bar y peletería en 1899 y sigue gozando de gran popularidad hoy en día. La familia MacDonnell lleva regentando el pub durante cuatro generaciones, siendo el actual dueño Finn MacDonnell, que pertenece a la cuarta generación. Un dato curioso: su tío, Oliver MacDonnell, nació en una habitación sobre el pub y vivió allí durante toda su vida.

Tom MacDonnell inauguró el pub en 1899 y lleva abierto desde entonces. Tom pensaba que quienes viajaban a Dingle podían necesitar un producto de cuero, y el pub sigue compartiendo sus instalaciones con una peletería. Los clientes pueden coger un taburete y esperar a que se elaboren sus productos.

En Dick Mack’s cuentan con una amplísima carta de whiskeys. Tienen más de 250 whiskeys, incluyendo el Midleton Pearl, ¡pero lleva los bolsillos llenos si piensas probarlo! Más recientemente, el pub abrió una fábrica de cerveza y ha creado la suya propia, que ha denominado Dick Mack’s IPA y solo se puede encontrar en Dingle.

Pero incluso antes de entrar por la puerta, estarás caminando entre estrellas. Richard «Dick» MacDonnell, el epónimo Dick Mack, creó un «Paseo de la Fama» frente al pub. Representa a todas las estrellas que habían visitado Dick Mack’s cuando la película «La hija de Ryan» llevó a Robert Mitchum a la península en 1968.

Otros nombres familiares son Tom Crean, un explorador de la Antártida oriundo de Kerry, ¡e incluso Dolly Parton! ¿En qué otro lugar lo verías?, como nos gusta decir.

Por supuesto, la aventura no acaba aquí. Dingle, y la península de Dingle en la que se encuentra, son lugares increíbles con todo tipo de atracciones, desde fantásticas marisquerías hasta monumentos antiguos. Aquí solo reina una belleza excepcional, incluyendo el paso de Conor, la carretera de montaña más alta de Irlanda, y la playa de Coumeenoole, con sus vistas de las islas Blasket y su suave arena dorada.

El bullicio y la cordialidad de Dingle harán que no quieras irte nunca, ¡pero merece la pena que explores el resto de la península!