Ostras de Irlanda
Las ostras de Irlanda son especiales: quizás sea la forma que tienen esas resplandecientes maravillas marinas de reflejar la costa pura, virgen y sorprendentemente diversa de esta pequeña isla, o porque saborear este manjar autóctono sea algo típico de una visita a Irlanda. Degústalas con una copa de vino blanco frío o una cremosa cerveza negra, ya sea en un legendario festival de la ostra, en una visita a un criadero o en uno de los numerosos pubs, restaurantes, vinotecas y puestos de mercado.
Un hombre lleva una bandeja de 30 ostras en el Festival Internacional de la Ostra, condado de Galway. ⒸShutterstock
La Rough Guide ha incluido el Festival Internacional de la Ostra y el Marisco de Galway en su lista de «50 cosas que hacer antes de morir» y razones no le faltan. Este evento sin parangón se ha celebrado cada septiembre desde 1954. El festival marca el inicio de la nueva temporada de la especie autóctona local, la Galway flat, y ofrece de todo, desde eventos gastronómicos para familias hasta concursos de apertura de ostras, pasando por maridajes con champán y un desfile de máscaras por las calles medievales de la ciudad.
El cercano y encantador pueblo ribereño de Clarenbridge celebra su propio Festival de la Ostra a principios de octubre; mientras que siguiendo por la Ruta Costera del Atlántico, el animado pueblo costero de Ballyconneely reúne a productores, destiladores, músicos y chefs locales para celebrar el Festival de la Ostra de Connemara en julio.
No solo se rinde homenaje a este fastuoso regalo del mar en la parte occidental: en el Ancestral Este de Irlanda se celebra cada mes de agosto el Festival de la Ostra de Carlingford, en el condado de Louth, donde se homenajea a la ostra de roca irlandesa.
Distribución de ostras de Connemara, condado de Galway. ⒸShutterstock
«Una ostra se parece en cierto modo al vino», opina Edward Gallagher de Irish Premium Oysters, un ostricultor de segunda generación de la cristalina bahía de Tragheanna, en Donegal. «El 70% depende de su lugar de origen y el 30% del ostricultor». Por este motivo, no hay nada como ver dónde y cómo se produce una ostra para entender realmente su carácter excepcional.
DK Oysters es uno de los criaderos más antiguos de Irlanda. Se encuentra en la bahía de Ballinakill de Connemara, en el condado de Galway, y data de 1893, cuando era uno de los varios criaderos propiedad de la aristocracia rural que satisfacían la demanda de ostras del mercado londinense.
Quienes visitan Irlanda del Norte pueden buscar su propia experiencia personalizada de degustación de ostras. Andrew Rooney organiza visitas personalizadas a Rooney Fish, una empresa ubicada en Kilkeel, condado de Down, donde sus galardonadas ostras de Millbay se preparan para su exportación a Asia y Francia. Por otra parte, Tracey Jeffery de Food Tours NI organiza visitas con reserva previa a la isla de Coney, cerca de Killough, para conocer a Patrice Bonnargent de Lecale Harvest. Se explica a los visitantes cómo Patrice cultiva y recoge las ostras, para luego pasar a un banquete junto al mar preparado por el propio Patrice y su hija Perrine.
Ostras frescas servidas con sal y limón, condado de Galway. ⒸShutterstock
Aunque no acudas a un festival ni visites un criadero o productor de ostras, tendrás infinitas oportunidades de degustar estas maravillas por toda la isla. Prueba las ostras Speciale de Millbay en el Balmoral Show que se celebra anualmente en Ulster. Puedes comprar las ostras Killough de Patrice Bonnargent en el St George's Market de Belfast cada sábado por la mañana o degustarlas en una de las marisquerías favoritas de Belfast, Mourne Seafood Bar, así como en su restaurante de Dundrum.
En Dublín, puedes unirte a la conversación mantenida por visitantes internacionales y clientela local en el puesto de ostras que monta el biólogo marino Stephen Kavanagh en el mercado gastronómico del sábado de Temple Bar, o degustar las ostras de Kelly’s (condado de Galway), Flaggy Shore (condado de Clare), Harty’s (condado de Waterford) o Carlingford Lough (condado de Louth).
O simplemente recorre la ruta del marisco «Taste the Atlantic», en la Ruta Costera del Atlántico, para conocer a proveedores locales apasionados como Aisling Kelly, de la Sligo Oyster Experience, donde podrás deleitarte con una selección de ostras de tres criaderos locales.
Solo tienes que venir con apetito y ganas de aventura. Seguro que ambos quedarán saciados.