Los sementales y las estrellas
Jardines y Establos Nacionales de Irlanda, condado de Kildare. ⒸShutterstock
Diseñada por Anthony Scott, Sea the Stars es una esfera hueca con los signos del zodíaco, constelaciones y un potro. Refleja el vínculo con la realeza que esta prestigiosa granja ha tenido en los últimos 120 años y, más concretamente, representa el carácter fascinante de su fundador: el coronel William Hall Walker.
En un lugar donde un animal puede valer tanto como una isla, el legado del coronel sigue siendo el hilo conductor más interesante de una historia de sementales y estrellas.
Coronel William Hall Walker, Jardines y Establos Nacionales de Irlanda, condado de Kildare. ⒸShutterstock
Mientras estuvo destinado en la India con el ejército británico, Walker quedó fascinado por las filosofías orientales, incluyendo el budismo y la astrología. En 1900, compró las tierras de Tully, en Kildare. Hoy en día, su excentricidad se aprecia en cualquier lugar de los Establos y Jardines japoneses.
Transcurridos más de 110 años, las estrategias inusuales de Walker son tan vitales para el éxito de los establos como el suelo rico en piedra caliza en el que se asientan.
Incluso en los folletos del centro se explica que las normas de Walker se han calificado a lo largo de los años como “inspiradas”, “excéntricas” e incluso “ridículas”.
Lo de ridículas parece excesivo. Aunque quizá sacó de quicio a los entrenadores porque hacía caso a la carta astral en lugar de a sus consejos.
Jardines y Establos Nacionales de Irlanda, condado de Kildare. ⒸShutterstock
El coronel registraba de manera meticulosa el momento en que nacía un potro y elaboraba personalmente su carta astral. Si no le gustaba lo que decían los astros, vendía de inmediato el potro, sin importar su linaje.
En el Museo del Caballo de los establos hay una vitrina de cristal con un libro de horóscopos abierto en la carta astral de un potro bayo llamado Lord of the Sea. El veredicto no es bueno: “Saturno en su quinta casa hace que no sea apto para correr ni para criar. No cabe otro opción que venderlo”.
En los establos aún se conservan los tragaluces que se instalaron ante la insistencia del coronel para que los caballos pudieran ver la luna y las estrellas.
El nacimiento del jardínLos ambiciosos planes del coronel incluyeron también traer al maestro horticultor Tassa Eida y su familia de Japón para que diseñara los jardines.
A través de árboles, plantas, flores, hierba, rocas y agua, los jardines simbolizan la “Vida del hombre”. Se transportaron en carro cientos de toneladas de roca desde Silliot Hill y se trasplantaron pinos escoceses grandes y maduros procedentes de Dunmurray, en Belfast. Por aquel entonces, el hermano de Eida vivía en Japón y entre los dos fletaron faroles de piedra, plantas, bonsáis y una casa de té de Fujiyama a Tully.
Jardines y Establos Nacionales de Irlanda, condado de Kildare. ⒸShutterstock
Esta mezcla de hermosos jardines y excelentes sementales atrajo a huéspedes de todo el mundo.
Uno de ellos fue Aga Khan III. Algunos dicen que la mayor contribución del coronel a los purasangres fue iniciar a Khan en el mundo de las carreras. De hecho, se convirtió en un gran inversor en la cría irlandesa, al igual que su nieto Aga Khan IV en la actualidad.
Los establos prestaron a la reina Isabel a Carrozza, uno de sus caballos favoritos y ganador en Epsom. En su visita conoció a los personajes e historias de los establos, así como a la enigmática figura que los dirigía.
El escultor Anthony Scott habló con Su Majestad en la inauguración de su escultura en honor al coronel. “La calificó de ‘ingeniosa’”, afirmó el escultor. No está mal como tributo al coronel en una sola palabra.