Capilla de Cormac – La obra maestra de la Roca

Un grupo de unos 20 visitantes entran ligeramente apretados a la húmeda y oscura capilla de Cormac en la Roca de Cashel, condado de Tipperary.

La mano del guía dirige todas las miradas hacia las imágenes doradas que suben por los arcos. El ruido de los deshumidificadores intensifica el ambiente de fragilidad. En esta cámara, los expertos restauran con cuidado los frescos de 800 años de antigüedad. A pesar de años de decadencia, se pueden observar santos de cabeza dorada, manos superpuestas en un azul zafiro y túnicas de color rojo sangre.

Estas imágenes pintadas en el muro son las más antiguas de su estilo en toda la isla.

La capilla se construyó en el siglo XII por encargo del rey del sur de Munster, Cormac Mac Cárthaigh. Esta iglesia de arenisca se ha ganado un puesto de honor en la historia del arte irlandés.

Según el artista de Tipperary Philip Ryan la importancia de los frescos de la capilla de Cormac es inmensa: «La escultura, la arquitectura y la artesanía dominaban las artes visuales de la época en Irlanda. Las imágenes pintadas se solían reservar para la ilustración de manuscritos. La pintura al fresco es muy poco frecuente en Irlanda y los murales de la capilla de Cormac son una parte esencial de la historia de nuestro arte».

Para Philip, si los delicados cuidados continúan, aún podrían salir a la luz más obras de arte:

«La obra de Da Vinci “La última cena” estaba en un estado similar y se restauró después de casi 500 años de abandono. No es descabellado pensar que podría hacerse lo mismo en la capilla de Cormac».

Aunque los frescos están volviendo a su esplendor con cuidado, hay más cosas en la capilla de Cormac que te llamarán la atención.

«Lo más destacado de la Roca es la capilla de Cormac, que data de principios del siglo XII», afirma Lonely Planet, «una joya exquisita de la arquitectura románica con preciosas puertas talladas y valiosos restos de coloridas pinturas murales».

Hay un indicio del pasado vikingo de Irlanda escondido en el fondo de la sala. Se cuenta que el inmenso sarcófago alojó el cadáver del hermano de Cormac: Tadhg Cárthaigh. Es grueso, robusto y su parte delantera alberga tallas elegantes del estilo Urnes escandinavo.

La decoración muestra dos bestias entrelazadas y se dice que la escena representa la vida eterna. Vida eterna en un sarcófago y arte renacido en los muros: en la oscura y húmeda capilla de Cormac se respira magia.