Saca al aventurero que hay en ti y explora más allá de Dublín: encontrarás historias sangrientas, leyendas extrañas, castillos, colinas e incluso un atisbo de Italia en la costa
Está claro que podrías pasarte todas las vacaciones en la ciudad de Dublín, ¡pero hay mucho más que ver y hacer! Sube al tren Dart y recorre la bahía de Dublín para descubrir muchísimos tesoros. Bellos pueblos repletos de historia viva, una gastronomía fantástica y mucha diversión, todo a poca distancia de la ciudad. Y lo curioso es que son todos diferentes. Ahora solo tienes que elegir tu favorito…
Howth, condado de Dublín
Bahía de Howth
¿Sabes cuál es la mejor forma de llegar a Howth? En barco, por supuesto. Esta encantadora y pequeña localidad costera está intrínsecamente vinculada a la navegación, y una forma estupenda de llegar es realizar un crucero con Dublin Bay Cruises desde Dún Laoghaire. Desembarca en el puerto de Howth y verás algunos de las mejores marisquerías de Dublín, donde podrás degustar desde sencillas tapas hasta una cena de refinados platos de pescado, pasando por el clásico “fish and chips” en Beshoff's.
Octopussy's Seafood Restaurant, Howth
Pasea por el puerto, coge un barco y visita la pequeña isla conocida como “Ojo de Irlanda”, o recorre Howth Head con la impresionante ruta circular de los acantilados de Howth.
Mirando al mar desde allí casi puedes imaginar a los primeros invasores vikingos que llegaron en el año 819. Aunque aquellos saqueadores escandinavos desaparecieron hace siglos, aún puedes hacerte una idea de cómo era la vida en el pasado en el castillo de Howth, que sigue siendo una vivienda familiar hoy en día aunque su historia se remonta a 1235. Hay que reservar las visitas al castillo con mucha antelación, pero siempre puedes disfrutar de los jardines, en los que encontrarás un enorme dolmen derruido de la Edad de Piedra conocido como la Tumba de Aideen.
Dún Laoghaire, condado de Dublín
Muelle de Dun Laoghaire
Hoy en día Dún Laghoire luce calles elegantes y un puerto deportivo, pero una noche de noviembre de 1807 dos barcos lucharon durante más de doce horas contra una terrible tormenta que terminó por lanzarlos contra las rocas cobrándose la vida de 400 personas. La tragedia obligó al Gobierno a construir un puerto con dos muelles hechos de enormes bloques de granito. Desde entonces, se han convertido en un refugio para los marineros y también en un lugar maravilloso para caminar mientras se aprecia la belleza de la bahía de Dublín.
Pasea por el muelle con los lugareños y después tómate un café y prueba el delicioso helado "99 de Teddy's Ice Cream, una heladería muy popular desde 1950.
Subí al autobús de Dún Laghoire y recogí mi guitarra por el camino...
Bagatelle “Summer in Dublin”
Prueba estas tres opciones en Dun Laoghaire
Merece la pena pasear por las bonitas y empinadas calles adoquinadas de Dún Laoghaire, pero la centelleante bahía siempre atrae las miradas. Por eso no es ninguna sorpresa que Dun Laoghaire tenga tres clubes náuticos: El Royal, el National y el Irish National. Pide un café y observa a los principiantes mientras aprenden a dominar el oleaje, e incluso puedes intentarlo tú mismo.
Sigue explorando Dún Laoghaire
Dónde alojarse en Dún Laoghaire
Dún Laoghaire sabe hacer que sus visitantes se sientan cómodos, por eso tiene una gran selección de casas de huéspedes, B&B y hoteles encantadores para elegir…
Comer en Dún Laoghaire
Elige el que más te guste de entre la amplia gama de locales a tu disposición, entre ellos Fish Shack Café, Hartley’s y Oliveto.
James Joyce en Dublín
La playa de Sandymount aparece no una, sino dos veces en el “Ulises” de James Joyce. Pero no es el único pueblo costero que se menciona...
Dalkey, condado de Dublín
Calle principal de Dalkey
Hoy en día el pueblo de Dalkey es el hogar de famosos de la talla de Bono y The Edge (miembros de U2), Neil Jordan y Enya. Y lo han visitado otros como Woody Harrelson, Michelle Obama, Penélope Cruz y los miembros del grupo REM, que se tomaron una pinta en el muy conocido pub Finnegan's. Las colinas y árboles circundantes ofrecen privacidad, vistas impresionantes y una sensación de evasión, mientras que el pueblo en sí es pequeño, pintoresco y relajado. Los lugareños están tan acostumbrados a su presencia que apenas desvían la mirada cuando un músico de fama mundial o un director de Hollywood aparece para comprar una barra de pan o tomarse un café.
Saca al aventurero que hay en ti y explora más allá de Dublín: encontrarás historias sangrientas, leyendas extrañas, castillos, colinas e incluso un atisbo de Italia
Dalkey: 3 opciones
A pesar de su tranquila ubicación en el sur del condado de Dublín, Dalkey fue fundamental en la Edad Media, ya que Coliemore era el principal puerto de Dublín. Hoy en día no hay tanta actividad, pero todavía puede percibirse ese pasado medieval en las calles estrechas y laberínticas con vistas al mar.
Durante tu visita, haz una excursión a la isla de Dalkey. Se encuentra a tan solo cinco minutos en barco de Coliemore y ofrece unas hermosas vistas de la costa. Aunque la isla está deshabitada en la actualidad (si no fuera por un rebaño de cabras montesas, focas y miles de aves marinas), en su día fue un lugar de confinamiento para los esclavos vikingos y el hogar de San Begnet, el santo patrón de Dalkey. De vuelta en la ciudad, visita el pub Finnegan’s para ver si te encuentras con algún famoso o disfruta de un recorrido guiado por el Dalkey Castle and Heritage Centre, que repasa la rica tradición literaria de la zona.
Malahide, condado de Dublín
Castillo de Malahide
Los frondosos terrenos del castillo de Malahide son un increíble contrapunto a la animada ciudad de Dublín. Cuando visites su rico y terroso bosque, quizá creas que te encuentras en plena campiña irlandesa, y no en un pequeño pueblo costero al norte del centro de la ciudad. Lo realmente impresionante de este lugar es el propio castillo, aunque pasear por las casi nueve hectáreas de esta propiedad es una delicia. Esta enorme estructura de torreones pertenece a la familia Talbot desde hace más de 800 años y cuenta con una historia que se remonta al año 1175. Y si buscas misterio e intriga, este es un buen punto de partida.
Cuenta la leyenda que la mañana de la batalla del Boyne en 1690, 14 miembros de la familia se sentaron a la mesa para desayunar. A la hora de la cena, 13 de ellos habían muerto.
Tras explorar el castillo, camina unos minutos hasta la localidad costera de Malahide. Este próspero pueblo costero es popular entre los dublineses que vienen a pasar el día disfrutando de la arquitectura georgiana, el puerto deportivo, la playa y los excelentes pubs y cafeterías. ¡Y también es un lugar muy acogedor para quedarse un par de noches!