Cinco atracciones sostenibles que no puedes perderte en Irlanda

La protección del medioambiente, la reducción de la huella de carbono y el apoyo a las comunidades locales son aspectos que cada vez se tienen más en cuenta a la hora de planificar las vacaciones. Aunque el turismo sostenible sigue siendo un ámbito emergente, muchas atracciones turísticas de Irlanda están buscando formas de reducir su huella de carbono y de utilizar recursos y productos locales, además de evaluar su impacto en el medioambiente, la economía y las comunidades locales. Aquí tienes cinco lugares divertidos con un sólido espíritu sostenible para disfrutar.

En Beyond the Treetop, en el Parque forestal de Avondale (condado de Wicklow), puedes recorrer los 1,4 km del Treetop Walk, una experiencia forestal inmersiva en una pasarela sobre las copas de los árboles. Es una forma maravillosa de obtener una nueva perspectiva del bosque, que está repleto de numerosas especies de árboles como abetos, alerces, robles, abetos, tejos y secuoyas gigantes. La pasarela termina en una torre de observación a 38 metros de altura que ofrece vistas espectaculares del bosque y de la campiña del condado de Wicklow. ¿Y para volver al suelo? Pues por el tobogán gigante, claro. (O puedes bajar caminando por una pasarela, si lo prefieres).

Beyond the Trees se centra en la sostenibilidad. Se utilizó madera de origen local para construir la pasarela, la torre de observación y los edificios adyacentes, y se recurre a paneles solares fotovoltaicos para la electricidad, paneles solares para el agua caliente y bombas de calor de aire a agua. Además se recoge el agua de lluvia. El sitio apoya la biodiversidad y la plantación para atraer especies polinizadoras, se evitan los plásticos de un solo uso y se utilizan productos locales o de origen responsable. Como parte de la política «Sin impresión», no hay entradas, sino que se utiliza un código QR para acceder, y puedes utilizar las estaciones de llenado de agua y los puntos de recarga de coches eléctricos durante tu visita.

El pabellón también cuenta con exposiciones interactivas que muestran los beneficios de los árboles y bosques para el clima. Además, puedes explorar la finca de Avondale por una de las rutas forestales circulares.

Gracias a su entorno a orillas de un lago, la abadía de Kylemore, en Connemara (condado de Galway) es uno de los edificios más fotografiados del oeste de Irlanda. Esta maravilla neogótica se construyó en la década de 1840 y ha sido el hogar de monjas benedictinas desde la década de 1920. Algunas de las habitaciones bellamente restauradas de la planta baja de la casa están abiertas al público y el jardín amurallado victoriano es un lugar popular entre los visitantes, al igual que los salones de té.

Kylemore se encuentra a orillas del río Dawros y alberga muchos hábitats diferentes, como praderas, bosques y turberas, en sus más de 400 hectáreas. Cuenta con un sólido espíritu de sostenibilidad y el equipo ha desarrollado un programa de biodiversidad y sostenibilidad con NUIG Galway, lo que lo convierte en un centro de investigación y educación sobre biodiversidad. Algunas de las iniciativas incluyen la eliminación de especies vegetales invasivas, la plantación de árboles autóctonos y la producción de abono sin turba, así como el uso de vehículos eléctricos, la planificación de fuentes de energía renovables, la eliminación de plásticos de un solo uso y el apoyo a los proveedores locales.

Castle Espie Wetlands Centre es una reserva de humedales a orillas de Strangford Lough, en el condado de Down, que cuenta con la mayor población de aves acuáticas autóctonas y exóticas de Irlanda. Aquí puedes ver patos, cisnes y gansos como el pechirrojo, el nene hawaiano y el ánsar careto de Groenlandia. En invierno llegan miles de aves migratorias, entre ellas muchísimos gansos de collar. También alberga otra fauna salvaje, como murciélagos, polillas y nutrias, y cuenta con hábitats tan diversos como una laguna de mareas, marismas saladas, praderas y cañaverales. Durante tu visita podrás disfrutar de las vistas del lago y explorar paseos y rutas por el bosque. Una pajarera con techo de paja ofrece el mirador (y el camuflaje) perfecto para contemplar las aves y la fauna salvaje, e incluso hay una guardería de patos, donde se crían con biberón patitos y polluelos.

Castle Espie está comprometido con la sostenibilidad en muchos aspectos, desde la gestión de terrenos hasta el uso de la energía y los alimentos, y hay una ruta de sostenibilidad que abarca 15 lugares diferentes, incluidos los edificios, que se construyeron con materiales reciclados y recuperados y se diseñaron para integrarse con el entorno que los rodea.

Encontrarás Blackstairs Eco Trails a los pies de las montañas Blackstairs, en una zona virgen del condado de Carlow rodeada de naturaleza y vida silvestre que se encuentra cerca del río Barrow. Alójate en cabañas de pastores en los terrenos de una antigua rectoría y disfruta de experiencias de búsqueda de alimentos, una ruta por árboles celtas o un taller de hongos en el bosque. También hay un granero ecológico, un jardín de rosas, una pradera y campos de flores silvestres, además de un pequeño lago para navegar en piragua y visitar una pequeña isla.

La sostenibilidad y el ecoturismo son aspectos importantes de la filosofía de Blackstairs Eco Trails, cuyo objetivo es tener un impacto mínimo en el medioambiente. No utilizan fertilizantes en la tierra y han plantado un robledal de unas 2 hectáreas. La experiencia ha sido certificada por el Consejo Global de Turismo Sostenible y tiene prácticas medioambientales sostenibles en materia de energía y electricidad, así como de agua y desechos.

El Parque forestal de Gosford, en el condado de Armagh, tiene unas 240 hectáreas de bosques y parques abiertos creados para los amantes de la naturaleza. Ofrece una experiencia verde adecuada para todas las edades, con 16 km de rutas para pasear o practicar ciclismo, ciclismo de montaña y equitación. También cuenta con deportes de aventura y vida silvestre (allí vive una manada de ciervos). Durante tu visita no te puedes perder el castillo de Gosford, que el segundo conde de Gosford construyó en la década de 1800 imitando a un castillo normando. Aunque no está abierto al público, es francamente impresionante.

La sostenibilidad fue un aspecto importante del desarrollo del parque, por lo que se aseguraron de que estuviera en sintonía con el entorno circundante y de que interactuase con la comunidad local. Y, por supuesto, los senderos de juego al aire libre se construyeron con materiales sostenibles.