Ciudad de Limerick

Limerick es una ciudad llena de pequeñas sorpresas. La primera es su ubicación, ya que se encuentra justo a la orilla del río Shannon, con sus aguas de color azul grisáceo. Después, su historia: desde asedios brutales en el siglo XVII hasta la gran era georgiana del siglo XVIII, todo ello escrito en las calles de la ciudad. Y, por último, su música, arte y literatura, con figuras destacadas que van desde The Cranberries hasta Frank McCourt, el escritor ganador del Pulitzer. Esta vibrante ciudad ofrece tragedia y regeneración, cultura y “craic” (diversión), pequeños secretos y oriundos famosos. Sin duda, es un lugar que te cautivará.

Da un paseo por las calles de esta ciudad y descubrirás historias por todas partes. Las hay en las lápidas históricas que abarrotan el pequeño cementerio de la iglesia de San Munchin, donde se dice que fue enterrado el primer obispo de Limerick. También las encontrarás en los extraordinarios tesoros ocultos en cajones secretos del Museo de la Caza y en las fascinantes fotografías en blanco y negro del Museo de Limerick, que captan la vida cotidiana de esta localidad.

La gran atracción de Limerick, el castillo del rey Juan, también alberga muchas historias. El castillo lleva más de 1.000 años encaramado en King's Island, junto al rápido cauce del Shannon, y se cree que fue construido en un antiguo asentamiento vikingo. En su interior, las exposiciones multimedia ofrecen detalles que nos permiten conocer cómo era la vida entre sus muros, los asedios devastadores que sufrió y una fascinante variedad de personajes.

Compacta y relajada, Limerick es ideal para explorarla a pie. El paseo junto al río te llevará hasta la catedral de Santa María, pasando por el antiguo mercado de la patata. La catedral fue fundada en 1168, es el edificio más antiguo de Limerick de uso ininterrumpido y está repleta de sorpresas, como el paseo de los monjes a la altura del techo, los daños causados por unas balas de cañón en el siglo XVII y una pequeña abertura en uno de sus muros conocida como “leper’s squint” (estrabismo del leproso), a través de la cual los leprosos podían oír misa en la época medieval.

Hay pocos lugares mejores para descubrir el corazón cultural de Limerick que el restaurado Milk Market, en Cornmarket Row. Se encuentra bajo una amplia cubierta blanca y es como un microcosmos de la ciudad: colorido, creativo, moderno, con restaurantes temporales, gastronomía artesanal, antigüedades, música y arte.

Desde aquí, puedes dar un breve paseo a pie hasta el barrio georgiano de Limerick, donde las calles se abren para formar amplias y elegantes avenidas flanqueadas por la grandiosa arquitectura georgiana. El Museo del Pueblo de Limerick cuenta con pequeñas e interesantes colecciones de objetos y artefactos, pero la verdadera joya es el propio edificio. Es una de las seis grandes estructuras de la hilera de casas adosadas de Pery Square, que está ampliamente considerada como uno de los mejores ejemplos de arquitectura georgiana de la isla. Al final de la calle, la Galería de arte de la ciudad de Limerick aporta su toque de modernismo con sus diferentes exposiciones de arte contemporáneo.

El bonito pueblo de Adare, con sus hileras de casas de campo con techo de paja, es un magnífico destino para realizar una excursión de un día desde Limerick, pero en la región abundan los castillos, así que asegúrate de visitar el castillo de Blarney, el castillo de Desmond y el castillo de Glin durante tu estancia. ¿Te apetece practicar deportes acuáticos? Sigue el río Shannon hasta Lough Derg, donde disfrutarás con el kayak, el surf con remo y mucho más.