Antes de llegar a Mizen Head, el bonito pueblo de Durrus es el último vestigio de civilización antes de que la naturaleza salvaje se imponga. Aquí, en el extremo suroeste de Irlanda, descubrirás paisajes oceánicos impresionantes a cada paso.
Mizen Head se adentra en el turbulento Atlántico entre acantilados y olas rompientes. Pero como prueba de la determinación del ser humano, la estación de señales de Mizen Headlleva más de 100 años resistiendo a las fuerzas de la naturaleza.
La estación se construyó para advertir a los barcos de las rocas traicioneras que hay cerca de la orilla. Hoy en día, hay un museo marítimo galardonado junto a la estación de señales que ensalza su pasado épico salvando la vida a los marinos.
Puente hasta la estación de señales en Mizen Head, condado de Cork
Como una luz en la oscuridad, el centro de visitantes de Mizen Head se encuentra en lo alto de un acantilado. En su interior alberga todo tipo de reliquias marítimas, como por ejemplo una estación meteorológica automática, una maqueta a escala del impresionante faro de Fastnet Rock e incluso un simulador de ayuda a la navegación, junto con un sorprendente collage fotográfico de la vida silvestre de Mizen Head.
Desde el centro, puedes dirigirte hacia hacia la estación de señales real. Pero tendrás que recorrer los famosos 99 escalones y algunos de los senderos costeros más espectaculares de Irlanda. Si estás buscando emociones, ¡aquí las tendrás! Y no olvidemos el puente de arcos altos que conecta la estación de señales con tierra firme. Crúzalo a merced de los elementos, pero no dejes de mirar hacia abajo. Puede que veas focas, delfines y ballenas jorobadas nadando. En el cielo hay alcatraces, gaviotas y chovas. Las aves pasan a tan solo 1,6 km de la costa en su ruta migratoria. Bajo las olas las cuevas marinas albergan los restos de L'Impatiente, una fragata francesa de la flota de Wolfe Tone, el famoso cabecilla revolucionario irlandés del siglo XVIII.
Ballenas azules frente a Mizen Head, condado de Cork
En la estación de señales explora la vivienda del encargado de la estación, la sala de motores, la sala de la radio de Marconi, la colección de mapas de Mizen y una exposición sobre la vida silvestre submarina. Asegúrate de mirar hacia el oeste, donde el faro de Fastnet te saludará con su luz. Este famoso y emotivo lugar conocido como “la lágrima de Irlanda” era lo último que los emigrantes irlandeses veían de su querida tierra cuando zarpaban hacia el extranjero.
Faro de Fastnet, condado de Cork
Vuelve a cruzar el puente hacia el centro de visitantes y come algo en el Mizen Café. Y con tus nuevos conocimientos sobre la historia marítima de Irlanda, estás listo para retomar tu aventura en la Ruta Costera del Atlántico.