Bienvenido a la «República Popular de Cork» y al condado más grande de la isla. Abarca todo el suroeste y es el lugar de nacimiento de Michael Collins, revolucionario líder político oriundo de Clonakilty, Roy Keane, leyenda futbolística de la República de Irlanda, y el actor Cillian Murphy.
El condado de Cork tiene de todo, desde el entorno cosmopolita de la ciudad de Cork hasta algunas de las tierras de cultivo más fértiles de la isla, y es famoso por sus penínsulas salvajes e islas fascinantes, incluida la antigua fortaleza carcelaria de la isla de Spike. Incluso tiene su propia cerveza negra, la Murphy’s Irish Stout.
Al recorrer el condado de Cork encontrarás varios pueblos fantásticos, cada uno con características particulares, como Kinsale, un destino gourmet, Skibbereen, un pueblo de mercado, o el animado Clonakilty.
También verás vastos espacios naturales, como la península de Sheep's Head, donde tan solo oirás el silbido del viento al pasar por las minas de cobre abandonadas en la costa atlántica.
Los paisajes son igual de encantadores que lo mejor de Irlanda, especialmente en las extensas penínsulas de Mizen Head, Sheep’s Head y Beara, donde puedes atravesar desfiladeros de montaña y conocer el pasado ancestral de Irlanda.
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Ciudad de Cork © Alamy
En el centro de todo, claro, está la ciudad de Cork. «Dublín no es la verdadera capital de la República de Irlanda», bromea uno de sus habitantes. «Dejamos que los dublineses se lo crean y diviertan a los dignatarios. Pero cuando esos dignatarios tienen días libres, vienen aquí para divertirse como es debido».
Y no cabe ninguna duda de que Cork es muy entretenida. Aquí es donde la difunta reina Isabel II fue fotografiada riéndose con un pescadero en el Mercado Inglés (el ajetreado corazón de la próspera escena gastronómica irlandesa del condado).
Lo mejor de la ciudad sigue teniendo un carácter alegre y tradicional: pubs acogedores con sesiones de música en directo, restaurantes que sirven productos locales de primera calidad, y la bienvenida orgullosa y auténtica de sus habitantes
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Cork ofrece un ambiente animado con sus cafeterías independientes, museos peculiares y galerías de arte fascinantes. Además, es una ciudad fácil de recorrer a pie, con muchas maravillas históricas junto a bares modernos y, por supuesto, una gastronomía deliciosa dondequiera que vayas.
Es un lugar donde puedes ir de compras hasta caer rendido en St Patrick Street, o donde puedes subir los 126 escalones que llevan a lo alto de la catedral de Santa Ana para tocar una canción con las cuerdas de la campana.
Cape Clear, West Cork
West Cork
Sigue leyendo para averiguar por qué los oriundos responden que son de «West Cork», y no solo de «Cork», cuando se les pregunta de dónde son.
West Cork es famosa en todo el mundo por sus playas salvajes y penínsulas escarpadas, así como por sus islas de habla irlandesa, como Cape Clear y Sherkin. En el extremo de la península de Beara puedes incluso montar en el único funicular de Irlanda, que te llevará a la isla de Dursey, un puesto fronterizo en el Atlántico.
Diríjase al norte de la ciudad de Cork y se encontrará en el corazón oculto de Irlanda. Aquí podrá explorar antiguos pasadizos en la cueva de Mitchelstown. O contemple cómo pastan los ciervos en Doneraile Wildlife Park mientras explora los terrenos de 160 hectáreas y la casa del siglo XVII.
East Cork es igual de fascinante. Entre los lugares destacados están Cobh, la ciudad portuaria donde el Titanic realizó su última escala a principios del siglo XX; el parque Fota Wildlife, donde podrás ver guepardos paseando; Ballymaloe, un lugar para degustar la mejor cocina campestre irlandesa, o Youghal, un pueblo patrimonial que parece sacado del pasado (aquí se rodó «Moby Dick» en 1956 y Sir Walter Raleigh ejerció en su día de alcalde).
¿Todo tipo de atracciones en solo un condado? No es de extrañar que sus habitantes estén orgullosos…
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